EL templo de Osun es un bosque sagrado en la orilla del río Osún que se encontra en la ciudad de Osogbo; estado de Osún, Nigeria. Es conocido por los afroamericanos que procesan el culto a Osun ;una de las divinidades del panteón yoruba; se considera que ha elegido domicilio allí. En el bosque han sido erigidas numerosas esculturas de carácter religioso.
A tan solo cuatro kilómetros del centro de Oshogbo y con una extensión de 75 hectáreas se erige como un oasis de esta ciudad. Oshun (Osun) es una deidad que como otros orisha a los que se les rinde culto entre los yoruba; está asociado a ciertos elementos de la naturaleza, en su caso principalmente al río.
Oshun, es considerada como la dadora de hijos, madre de todos los niños, deidad de la fertilidad, de la riqueza y belleza. En la literatura oral contenida dentro de los oráculos de los yoruba; en uno de los signos se dice que dieciséis orisha bajaron a la tierra para organizarla pero no podían hacer vida, regresaron con Olodumare el creador, quien les aconsejó que para ello tendría que venir una mujer, esa fue Oshun, la deidad patrona de la ciudad de Oshogbo, luego del papel protagónico que jugó en su fundación.
Se cuenta que hace centurias, durante un periodo de fuerte escasez de agua en el pueblo cercano de Ipole Omu; la morada del rey Gbadewolu Laaroye; uno de sus hombres de confianza llamado Timehin se encontró con un río mientras cazaba en el bosque; ante lo cual dio aviso al rey Laaroye y lo convenció que lo siguiera con su pueblo.
Luego de trasladarse y del júbilo que sintieron al ver la codiciada agua, decidieron instalarse. Para construir sus viviendas comenzaron a derribar árboles pero uno de ellos, al caer; destruyó las ollas que el espíritu del río estaba usando para preparar su tintura de índigo.
Del río pintado de azul se dejó escuchar su voz inconforme. Laaroye y Timehin con temor, y a fin de apaciguar a Oshun; la deidad y espíritu del río; le suplicaron perdón y ofrecieron un sacrificio y ofrenda para subsanar la ofensa.
En señal de haber aceptado su disculpa, Oshun envió un gran pez (Iko) recibido por Laaroye. Les aconsejó instalarse río arriba para que no corrieran peligro con sus desbordamientos.
Fue en el lugar indicado por esta deidad en donde se hizo el primer asentamiento de Oshogbo (derivado de Oso igbo; el nombre que el espíritu del río utilizó para referirse a ellos y que significa “hechiceros del bosque”).
Laaroye que se convirtió en el primer Rey (Ataoja) de Oshogbo, a cambio de la protección y cuidado de Oshun, prometió renovar anualmente el pacto a través de un homenaje y ritual colectivo que hasta nuestros días se lleva a cabo. Se trata del Festival de Oshun que dura casi dos semanas y se celebra en el mes de agosto.
Con los años, Oshogbo se ha convertido en un centro emblemático para el crecimiento de las artes y artesanías tradicionales en la tierra de Yoruba.
La ciudad es famosa por su artesanía tradicional de ‘Adire’ o Tie and Dye, esta es la razón por la que la ciudad es conocida con cariño como ‘Osogbo-iluaro’. Debido a las formas indígenas especiales que se hace el “Adire”, se ha convertido en la marca registrada de la ciudad.
Alrededor del río se encuentra 75 hectáreas de silvicultura sin perturbaciones que combinan su zona verde exuberante y el río Osun en una arboleda que se convirtió en Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 2005.
La zona forestal del río Osun siempre ha sido un área sagrada que atrae a los devotos de Osun y a los adoradores tradicionales mientras se reúnen para adorar a la diosa en una fiesta anual de ritos, rituales tradicionales, culto y fiesta.
La arboleda sagrada quedó en mal estado debido a la mala mantenimiento y supervisión hasta que una artista austriaca con el nombre de Susanne Wenger y su marido Ulli Beier llegaron allí.
Wenger introdujo una sólida forma de arte que creó la serie de transformaciones y desarrollo artístico que legó la sostenibilidad y despertó un sentido de pertenencia y aprecio a la zona del bosque sagrado.
La llegada de Susanne Wenger a la Arboleda Sagrada fue una esperada realización de una profecía, y con la ayuda del sacerdote tradicional y artesanos locales en la ciudad, reconstruyó toda la zona de la arboleda sagrada.
Las brillantes y alucinantes obras de arte que adornan la arboleda se inspiraron en la naturaleza y en la seductora inspiración extraída del río ‘Osun’.
A lo largo del bosque se encuentra el amplio repertorio de objetos de arte, pinturas, tallados, grabados sobre piedra y esculturas que hacen alusion a las deidades yoruba llamadas orisha, así como a los símbolos, espíritus y animales vinculados a su cosmogonia.
En cuanto a su fauna, se refugian curiosos primates, osos hormigueros y raros insectos. También hay especies de reptiles y aves que difícilmente se encuentran en otros lugares.
La obra colectiva fue avalada por la Comision Nacional de Monumentos y Museos de Nigeria y luego capitalizada en 2005 cuando la UNESCO reconoció al bosque como Patrimonio de la Humanidad.
El Orisha de la estabilidad personal, está representado por un cáliz de metal cubierto con un gallo. “Los Guerreros” son Osun, Elegua, Ogun y Ochosi.
Osun (Ozun) es un gran Orichá, Hijo de Obbatala y Yemú. pero tradicionalmente no está sentado en la cabeza de nadie. Esto significa que nadie puede reclamar a Osun como su espíritu guardián, o padre en Santo (padre en la religión).
Osun es un compañero de los otros Orichás, y protege al orí (jefe) de los practicantes de la santería. Está sincretizado con San Juan Bautista.
Es un símbolo de buena salud y estabilidad en la vida. En la casa, Osun se pone en guardia y nunca duerme. Los santeros lo mantienen en un estante alto o encima de un librero, en algún lugar que le permita ver lo que pasa en la casa.
El trabajo principal de Osun es alertarnos sobre el peligro y avisarnos cuando existe una amenaza grave para nuestro bienestar físico o espiritual.
Si se vuelca y se cae (sin que nadie lo toque), sabemos que hay un problema y debemos ir de inmediato a la casa de nuestra madrina o padrino para lidiar con eso. No se le conocen hijos en las historias.
Cada orisha tiene su día de veneración por lo que cuando le tocaba a Oshun acompañaba a esta sacerdotisa a dejarle ofrendas a este lugar considerado por ella como sagrado.
Para tal fin me adentraba con Adedoyin por un camino que nos llevaba hacia una bellísima entrada labrada en piedra con unas escaleras que conducen al altar en el que se cierra el festival de Oshun, y también al río que la representa y que atraviesa toda la ciudad.
Pasando esta puerta, Adedoyin sacaba siempre su campana de bronce para saludar a Oshun, y con ello también para rendirle tributo.
Venerar a un orisha puede implicar propiciamiento, invocación, devoción, recitación, procesión, ofrecer sacrificios y ofrendas, danza y música…una variedad de formas de acercamiento que dependen de la intención, de la ocasión, de las necesidades, de las promesas…del lugar.
Para entender el significado del bosque hay que conocer los que son los Yoruba. Descrito de manera muy básica, es un pueblo que habita en el suroeste de Nigeria y algo de Benín, y representa el 30 % total entre los grupos étnicos de Nigeria.
También hay que destacar que existen importantes muestras de los Yoruba en Estados Unidos, Cuba, Haití y Brasil cuya cultura sigue latente desde la época de la esclavitud.
Tiene además su propio idioma y religión que está basada en muchas deidades. En el Bosque sagrado Osun Osogbo, confluyen muchos elementos de la cultura Yoruba que lo hace sagrado. En cada mes de agosto desde hace más de 700 años llegan en peregrinación miles de yorubas del mundo a este bosque .
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