Los artefactos quimbaya; también conocidos como aviones precolombinos o antiguamente llamados Pájaros de Otún; son figuras de oro y bronce propios de la cultura quimbaya que datan de alrededor del 1000 d. C., encontrados en Colombia.
Algunos han sido clasificados como ooparts; pues aunque los arqueólogos creen que representan animales; otros dicen que se parecen más a los aeroplanos modernos que no existieron en aquel entonces.
Fueron encontrados cerca de las orillas del Río Otún ; de ahí el antiguo nombre de pájaros de Otún. Actualmente están exhibidos en el Museo de Oro en Bogotá, pero presentados como figuras zoomorfas y no como aviones antiguos. Se conocen 24 de estas figuras; aunque se han encontrado muchos más, pero muchos de estos han salido ilegalmente del país.
La quimbaya fue una etnia y cultura indígena colombiana famosa por su producción de piezas de oro de alta calidad y belleza. Desarrollaron sistemas de metalurgia para combinar cobre con el oro que no abundaba en su región. Esta combinación de oro y cobre, llamada «tumbaga»; no restaría para nada el atractivo, brillo y durabilidad de sus magníficas piezas, de una vivacidad espectacular.
Su cultura es la forma de fundir el oro para obtener el grado exacto de oro y cobre para mantener una alta pureza; aún se desconoce cómo se logró dicha calidad, ya que necesitarían hornos que alcanzarían los mil grados centígrados para fundir estas piezas.
Trabajaban el oro empleando técnicas sólo equiparables a las de los orfebres del pasado siglo XX. Y cuando lo hacían, los quimbayas representaban seres de lo más extraño. Si miran sus rostros, dirían que se trata de hombres de origen asiático, más concretamente hindú. El problema es que nativos de lo que hoy es la India y otros países del entorno nunca llegaron hasta América.
Prestaban mucha atención a sus prácticas funerarias, y las construcciones de tumbas quimbayas testimonian esta afirmación pues; en verdad, elaboraron una enorme variedad de tumbas diferentes de acuerdo con lo específico de cada entierro; siempre se incluían las ofrendas que habrían de acompañar al difunto en su paso a la otra vida, incluidos víveres y armas para hacérselo más fácil.
En las tumbas también enterraron la mayoría de los objetos de oro precolombinos, elementos personales del muerto y algunos otros elementos sagrados. Creían que todos los cuerpos resucitarían.
Una de las actividades que más famosos ha hecho a los quimbayas es su lujosa orfebrería; que goza de una increíble belleza a la vez que de una técnica perfecta.
Desarrollaron sistemas de metalurgia para combinar cobre con el oro que no abundaba en su región (a diferencia de otras zonas del país). Esta combinación de oro y cobre, llamada «tumbaga»; no restaría para nada el atractivo, brillo y durabilidad de sus magníficas piezas; de una vivacidad espectacular.
Una de ellas muy popularizada son los famosos «poporos». Su orfebrería es de la más importantes de América; dada la exquisita belleza de las piezas expresada mediante muy bien desarrollados métodos metalúrgicos.
El poporo quimbaya es una pieza de arte precolombino del periodo quimbaya clásico. Se exhibe en el Museo del Oro de Bogotá.
Algunas representan figuras humanas; otras se asemejan a frutas; otras tienen forma de animal, o representan variaciones del poporo original; recipiente de uso cotidiano entre los indígenas de Colombia, hecho con el fruto del totumo.Su uso principal fue el de recipiente ceremonial para el mambeo de hojas de coca durante las ceremonias religiosas.
Investigadores han identificado influencias orientales en muchas de las piezas; que llegaron a inquietar a estudiosos tan polémicos como el mismo Erich von Daniken; que creyó ver en ellas el toque de alguna fuerza exterior al planeta. Y a Daniken no se le puede quitar parte de razón: algunas figurillas humanoides de los quimbayas están rematadas por un casco irritantemente parecido al de los modernos astronautas.
Durante décadas, los “aviones de oro” de Colombia han sido considerados como uno de los más espectaculares hallazgos arqueológicos. Los pequeños objetos de oro se refieren a menudo como “decoraciones religiosas” y “figuras de animales”; pero también como objetos funerarios comparables al antiguo Egipto que muestran características conocidas de la tecnología de la aviación moderna; tales como la geometría del triángulo de las alas bajas; el dimensionado exacto de la cola con la creciente aleta caudal rectangular y el ascensor horizontal. Los Estudios del Instituto Aeronáutico de Nueva York han confirmado este impresionante hecho.
Estos objetos, los pájaros de Otún, se interpretan como figuras zoomorfas de aves, insectos o peces, de ríos o del mar, a pesar de la lejania del mar de la zona donde habitaban.
Una interpretación es que los pájaros de Otún se hayan creado como “juguetes”, ya que en la parte inferior tienen unos pequeños mangos rectangulares para poder sostenerlos.
En el mundo existen miles de cosas que por su historia, sus formas y su edad según pruebas de carbono; nos motivan a pensar que nuestros ancestros poseían muchos conocimientos que incluso hoy nos cuesta asimilar; no hace falta ser un genio para darse cuenta de que varios de los artefactos descubiertos en los últimos tiempos, esconden verdades un poco incómodas para la ciencia y la religión
Según algunos autores, estos objetos representan aviones modernos de mediados del siglo XX; inexistentes en aquella época. De hecho, según estos escritores, esta interpretación está más cerca del significado de estas figuras, pues las características; alas, alerones, colas y timones; son más propias de los aviones que de los animales.
Estos objetos en particular, muchos de los cuales estaban destinados a imitar a los insectos y las aves; parecen asemejarse a los aviones modernos con características muy cercanas a las partes de los aviones. Esto incluye un fuselaje, alas delta, estabilizadores horizontales y lo que se parece más a un timón o aleta de cola que la cola natural de un ave o insecto.
El estabilizador de cola o vertical, que es un componente esencial de cualquier máquina voladora pero nunca se encuentra en la naturaleza, sugiere que los creadores de estos artefactos pueden haber tenido más que las criaturas familiares que los rodeaban en el mundo natural en busca de inspiración.
Incluso la forma en que las alas de las figurillas se sientan en la parte inferior del cuerpo en completa oposición a cómo las alas de las criaturas voladoras de la naturaleza siempre se adhieren a la parte superior del cuerpo, es muy inusual.
La mayoría de los aviones de hélice tienen las alas en la parte superior del fuselaje, pero todos los aviones modernos con motor a reacción tienen las alas unidas a la parte inferior, al igual que las piezas colombianas. Estos detalles de diseño específicos reflejan perfectamente los de todos los aviones modernos, incluido el Concorde e incluso el transbordador espacial, lo que deja a uno a cuestionarse si esta correspondencia coincidente es el resultado de pura coincidencia o diseño deliberado.
En 1996, los alemanes Peter Belting y Conrad Lubbers crearon modelos simplificados a escala de algunos de estos objetos (los que tienen forma más aerodinámica); y comprobaron que sus modelos radio-controlados podían volar.
Críticos de la interpretación de estos artefactos como aviones modernos argumentan que la cultura pre-colombina en América del sur no tenía el conocimiento ni la tecnología para manufacturar aviones.
Otro sitio interesante donde podemos encontrar grabados y petroglifos de las Quimbayas es en el Parque Natural de Las Piedras Marcadas; también conocido como La Marcada. Se ubica en el camino Alto del Toro en el municipio de Dosquebradas Risaralda (Colombia). Las piedras son un verdadero misterio, ya que nadie sabe exactamente su antigüedad o su verdadero significado.
https://cultquimbaya.blogspot.com/2013/09/cultura-quimbaya-la-quimbaya-una-etnia.html