Los duendes pertenecen a la categoría de Seres Elementales. Aunque son típicos de Europa, hay quienes aseguran que algunos duendes también viven en América.
Los duendes suelen aparecer en cuentos populares e historias propias del folklore local de muchos lugares. Por ejemplo, en México, además de los duendes, se habla también de unos seres procedentes de la mitología mexica: los chaneques (‘los que habitan en lugares peligrosos’ del náhuat) y de los aluxes (originarios de la cultura maya).
En Irlanda, la figura del leprechaun es bastante conocida. En muchas regiones, es común hablar de los duendes o duendecillos de la Navidad, como pequeços seres que ayudan a Santa Claus o Papá Noel a preparar los regalos de Navidad.
Un relato clásico de la Literatura Infantil escrito por los Hermanos Grimm incluye a unos duendes bondadosos que ayudan a un desdichado zapatero.
Sin embargo, grandes autores de la Literatura universal como Shakespeare (por ejemplo, en Macbeth) o Goethe (en Fausto) también han utilizado a los duendes en sus textos.
El significado de duende es el que vigila la casa, el que cuida el hogar, pero, ¿qué es un duende?; Los duendes son seres mitológicos elementales de la naturaleza y hay muchos por doquier en la foresta.
En el siglo XVI el célebre médico europeo Parecelso escribió una obra que abarca tratados médicos, alquímicos, filosóficos y teológicos, en donde incluye El libro de las Ninfas, los Silfos, los Pigmeos, las Salamandras y demás espíritus, publicado en 1591.
Parécelos y muchos otros que estudiaron el tema aseguran que el planeta Tierra está habilitado de estos seres elementales, cuya existencia como cuerpo físico es de algunos años, para luego pasar a una existencia como cuerpos astrales, durante largas décadas.
La función de los duendes depende de cada especie, pero en su mayoría se dedican a cuidar de plantas y árboles, así como de todas las creaciones de la naturaleza. Generalmente se alejan de los hombres, ya que la frecuencia vibratoria de los humanos es demasiado fuerte para ellos.
Los seres elementales se dividen en grupos de acuerdo al elemento al cual pertenecen. Los hay del fuego, del agua, del aire de la tierra. A este último elemento pertenecen los duendes, probablemente los más conocidos de estas misteriosas criaturas.
Los duendes son criaturas míticas por excelencia con forma humanoide. Casi todos tienen orejas puntiagudas, estatura muy bajita y complexión muy delgada, todos ellos tienen la peculiaridad de que siendo o no un personaje positivo, no son de bonita apariencia. son seres diminutos, que miden entre 30cm. y un metro de altura. Viven en los bosques y tienen poderes mágicos. No tienen alma, y se cree que pertenecen a una categoría universal que se encuentra entre la del hombre y la del ángel.
Pueden moldear sus cuerpos a su antojo y están provistos de poderes y talismanes para poder hacer toda clase de conjuros. Poseen un carácter extremadamente susceptible que les conduce a adoptar actitudes despectivas u hostiles contra los hombres que les ofenden.
Tienen habilidades tales como mimetizarse, hacerse invisibles, pasar por el ojo de la cerradura, imitar los sentidos de los animales y hacerse sentir, tocando a un ser humano con sus manos, produciéndole un escalofrío.
Los duendes suelen ser traviesos, bromistas y descarados. Casi siempre están de buen humor, aunque existen duendes de naturaleza malvada capaces de torturar a un hombre.
Una de sus características más llamativas es el color de la piel, que puede ser azul, verde o roja. Aunque a escala pequeña, son muy similares a los seres humanos. Viven en comunidades, escondidos entre las flores.
Cuidan mucho de evadirse de la mirada de los seres humanos, aunque sienten atracción por los niños y suelen acercase a ellos, para jugar. Quienes deseen contactar un duende, deben saber que es necesario tener el corazón puro.
Un paseo por la naturaleza será el ambiente propicio para encontrar un duende, pero solo lo hallará aquella persona que conserve en su corazón su espíritu de niño.
Aunque son oriundos de los bosques, algunos duendes habitan en casas, principalmente en aquellas que están en zonas apartadas de las grandes ciudades, o en donde alguno de los habitantes tiene una sensibilidad especial.
La presencia de duendes en el hogar está marcada por objetos que cambian de lugar, desapareces y vuelven a ser encontrados; ruiditos de dudoso origen; mascotas que tiran mordiscos al aire y otros fenómenos extraños.
Hay personas que ven a los duendes y tienen contacto cotidiano con ellos, mientras que otras sólo los perciben.
Los Duendes tienen varios nombres; Leprechauns (Irlanda), Hobgoblins y Puck (Escocia), Gremlins (Inglaterra y Gales) y Trasgos o Trasnos (España)
Existen tres tipos de duendes del hogar:
-Duendes Domésticos: viven en el interior o en los alrededores de las casas. Antiguamente habitaban zonas agrestes, pero se acercaron a los hogares humanos. Se manifiestan perfectamente de noche. Tiene aproximadamente 50cm. de alto son de aspecto humano. Suelen asustara los habitantes de la casa.
-Diablillos familiares: son duendes minúsculos con aspecto de diablo, que no están ligados a una casa, sino a una persona, a la que ayudan. Se encuentran vinculados a la brujería.
-Duendes de los dormitorios: pertenecen a una familia de duendes, agresivos e individualistas, que provocan pesadillas, principalmente en mujeres y niños
Clases de duendes
1. Pixie
Los pixies (también llamados pixys o piskies) son duendecillos asociados a la tradición celta, localizados principalmente en el suroeste de Inglaterra. Tienen el aspecto de niños diminutos (la tradición cristiana los considera almas de niños que murieron sin bautizar). Son extremadamente traviesos y juguetones, y se dice que disfrutan extraviando a los viajeros, escondiendo cosas o gastando todo tipo de bromas pesadas.
2. Goblin
Al igual que la palabra española duende, el término inglés goblin es muy genérico y puede referirse a toda clase de duendes del norte de Europa (incluyendo Francia, donde se les llama gobelins), aunque se dice que son originarios de las Islas Británicas. En general, se les describe como de baja estatura, de carácter bromista o travieso. Viven en bosques o en grutas.
La palabra goblin se ha popularizado sobre todo a raíz de la obra de Tolkien, donde se usa para caracterizar a una raza de criaturas repulsivas, brutales y agresivas (de hecho, Tolkien usaba las palabras goblin y orco intercambiablemente).
3. Leprechaun
El duende irlandés por excelencia es el leprechaun (léase léprekon). Los leprechauns son duendecillos zapateros, que habitan en los bosques, páramos y, a veces, en jardines. Solía vestir sombrero, chaqueta y capas rojos, aunque modernamente se le suele representar de verde. Sus principales ocupaciones son arreglar zapatos (de humanos, o de las hadas, con las cuales están aliados) y guardar el oro de las hadas.
4. Kobold
Los kobolds son los duendes de la mitología alemana. En su mayoría, habitan en las casas, e incluso ayudaban con las tareas domésticas a cambio de alimento (pero si olvidabas alimentarles o les faltabas al respeto, se vengaban gastando toda clase de bromas pesadas, rompiendo cacharros, etc.). Cuando son visibles, son del tamaño de niños pequeños.
Algunos kobolds vivían en grutas y en minas. De hecho, de ahí proviene el nombre del elemento cobalto, pues es así como los mineros llamaban a este material, al que consideraban un estorbo sin ningún valor, que atribuían a una jugarreta de los kobolds para robar la plata.
El duende protagonista de la serie infantil Pumuki es una representación bastante fidedigna de lo que sería un kobold doméstico.
5. Nisse
El nisse, también llamado tomte, tomtenisse, o tonttu (en Finlandia) es el duende de la tradición escandinava. Al igual que los kobolds, los nisse eran de baja estatura, y ayudaban en las tareas de la casa y el campo, pero eran temibles si se les ofendía.
Este tipo de duendes son los que, en el folclore moderno, han dado pie a los llamados duendes navideños (los famosos ayudantes de Santa Claus), en los cuales están inspirados, por ejemplo, muchos de los disfraces de duende más típicos (sobre todo en Navidad).
6. Trasgo
Es el duende doméstico español por excelencia, aunque en realidad el concepto de trasgo engloba muchas clases de duendes diferentes del norte de España, y también de Portugal. Por ejemplo tenemos los trasnos en Galicia; los trastolillos domésticos y los trentis del bosque en Cantabria; o los stragos en Portugal. No llegan al metro de altura y, según se dice, suelen ser cojos de la pierna derecha y tener la mano izquierda agujereada. Son bromistas y traviesos, pero en general inofensivos, aunque existen algunas “variantes malas” (como el tardo, que sería la contrapartida “maligna” del trasno gallego).
7. Martinico
El duende martinico es el tipo de duende más conocido de la mitología castellana. Se les describe como hombrecillos contrahechos y desgarbados, que visten desgastados hábitos de fraile capuchino o franciscano (de ahí que también se les conozca como frailecillos o duendes capuchinos). Son de carácter amable y gustan de hacer favores sin pedir nada a cambio, aunque también son dados a espantar a la gente con ruidos nocturnos y fenómenos extraños.
8. Follet
Los follets son el equivalente al trasgo en Cataluña, Valencia e Islas Baleares (también tienen a veces la mano agujereada), aunque son mucho más pequeños (no suelen tener más de un palmo de altura). También son traviesos y bromistas, aunque es posible ganárselos como amigos, en cuyo caso nos ayudarán de mil maneras. En las Baleares, el follet, más que un duende doméstico, es un espíritu familiar, es decir, en lugar de estar ligado a una casa, lo está a una persona, a la que puede otorgar toda clase de poderes sobrenaturales.
9. Chaneque
Los chaneques, también conocidos como chanecos o chanekos, son los duendes protectores de la naturaleza en México. Habitan en bosques y selvas, arroyos y manantiales, y en el interior de cerros y montañas. Se aparecen bajo distintas distintas formas, pero suelen ser pequeños, e incluso tener aspecto de niños. Son de carácter juguetón y travieso (su fechoría favorita es engatusar o raptar niños para jugar con ellos), pero se toman muy en serio su labor de proteger los recursos naturales. Si alguna persona provoca su ira, le pueden provocar enfermedades, que pueden llegar a ser mortales si no se curan mediante ciertos rituales.
10. Güije
Los güijes, también llamados jigües o chichiricús, son un tipo de duende característico de la cultura caribeña, especialmente Cuba. Se les suele describir como indios muy pequeños, muy morenos, de ojos enormes, y cabellos largos y enmarañados. Se suelen aparecer desnudos en las aguas de algunos ríos o charcas. Son pícaros y juguetones, y al igual que los chaneques, son protectores de plantas y animales, castigando duramente a quienes los maltratan.
11. Muqui
Los muquis, mukis, anchanchos, o chinchilicos, son “duendes mineros” existentes en toda la zona andina de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. En realidad, al igual que el trasgo español, los muquis no son un único tipo de duende, sino que hay una gran diversidad, aunque con características comunes.
Son los verdaderos dueños de las minas, en las cuales se mueven como peces en el agua, abriendo, cerrando, ablandando o endureciendo vetas mágicamente a voluntad. Son de aproximadamente medio metro de estatura, desproporcionados, con una gran cabeza (a veces con cuernos) y un cuello muy pequeño o inexistente. Ayudan o castigan a los mineros, según sean estos respetuosos o codiciosos.
Respondiendo a la pregunta de si existen en realidad, depende de las creencias de cada persona. Hay quienes consideran que los duentes viven en el tercer estrato del universo.
Los humanos habitamos el primer estrato. Los ángeles, espíritus y demonios en el segundo estrato. Y el tercer estrato es el que está reservado para dioses, titanes y duendes.
Actualmente es casi imposible encontrar alguien que afirme ver hadas, elfos o silfos, e incluso en la Edad Media no era algo común; sin embargo, llama la atención que, de entre todos los seres míticos, los únicos que aún gozan de cierta credibilidad son los duendes, sobre todo en las áreas rurales de distintos países, donde todavía mucha gente cree en duendes y abundan quienes afirman haber visto a estas criaturas.
Pero la gente del campo no es la única que dice verlos, y hay algunos casos (en Argentina y España por ejemplo) en que los duendes supuestamente han aparecido en las ciudades. Ligado a esta supervivencia de la creencia en los duendes, está el hecho de que en la red haya material más o menos abundante, aunque muchos de los casos deben ser fraudes, otros deben ser fenómenos naturales erróneamente percibidos, y quizá, siendo optimistas, unos pocos serían fenómenos paranormales, que no por serlo habrían de ser necesariamente duendes.