Las Islas Marianas son un archipiélago formado a partir de las cumbres de quince montañas volcánicas en el océano Pacífico. Conforman la parte meridional de una cordillera sumergida que se extiende a lo largo de 2519 kilómetros desde Guam hasta muy cerca de Japón.
Las islas incluyen Saipán, Tinián y Rota, entre otras, con una superficie total de 464 km². Según el censo del 2010 están habitadas por unas 53 900 personas. Saipán y Tinian son los puertos principales.
El centro administrativo es la villa de Capital Hill, ubicada en el noroeste de Saipán. Como la isla se encuentra gobernada por un único municipio, muchas fuentes consideran a Saipán la capital.
Las islas Marianas forman parte del Cinturón de Fuego del Pacífico, siendo de origen volcánico. Se sitúan en el margen oriental de la Placa Filipina, en la zona de contacto con la Placa del Pacífico; la cual se desplaza hacia el oeste y subduce bajo la Placa Filipina formando la Fosa de las Marianas; donde se halla el punto más profundo de los océanos, el Abismo de Challenger, con 10 923 metros.
El archipiélago forma parte del Arco Izu-Bonin-Mariana, un límite convergente que se extiende más de 2 800 km; desde el sur de Tokio (Japón) hasta más allá de la isla de Guam; su edad oscila desde los 5 millones de años en el norte hasta los 30 millones en el sur (Guam).
El primer europeo que vio el archipiélago fue Fernando de Magallanes en 1521; que desembarcó en la isla de Guam y reclamó las islas para el rey Carlos I de España; bautizándolas como islas de los Ladrones porque un grupo de isleños robó uno de los botes que estaba amarrado a las naves.
Su nombre actual proviene del nombre de la reina consorte de España, Mariana de Austria; que vivió en el siglo XVII, época en la que llegó la colonización española a su mayor extensión.
Se trata en realidad de un “Territorio no Incorporado” sometido a Estados Unidos debido a que fue este país el lo fundó en el año 1945. Es por ello que se encuentra en dependencia estadounidense siendo su Jefe de Estado el presidente estadounidense, y su moneda es el dólar estadounidense.
Los Chamorros son los nativos de las Islas Marianas, quienes también se extienden por la zona de las Islas Carolinas. El pueblo Chamorro, también conocido como los hispanos olvidados; es heredero de la cultura hispana y fue enlace entre las Filipinas e Hispanoamérica; influyendo en su cultura como en sus bailes tradicionales, sus nombres y apellidos, la gastronomía o el Idioma chamorro que es un Criollo español.
Las Islas Marianas albergan un yacimiento arqueológico en el que se hallan unas estructuras megalíticas denominadas “Latte“. Las mismas consisten en una suerte de columnas de piedra, llamadas haligi, rematadas por un tope pétreo llamado tasa.
Las «piedras latte» han sido hechas de piedra caliza, basalto o arenisca.En Oceanía, el latte stone es exclusivo de las Islas Marianas, aunque los megalitos de diferentes construcciones y propósitos son comunes en las culturas oceánicas.
Se han señalado las similitudes entre las latte stones y los postes de madera hechos por el subgrupo Ifugao de los Igorotes en Filipinas, donde se cultivan arroceras. Las tapas redondeadas ayudan a evitar que las ratas trepen por el pilar.
Una construcción de poste de madera similar parece ser representada en una talla en relieve en Borobodur, Java, lo que ha sido motivo para que un erudito presente la teoría, disputada por otros, de un intercambio cultural prehistórico entre las Islas Marianas y Java.
Dichas estructuras desperdigadas por las Marianas van desde pequeñas construcciones rudimentarias a base de rocas naturales hasta pilares similares a los de la Casa Taga, pero de mucho menores dimensiones, aunque siempre ordenados en filas dobles de 6 a 14 piedras.
Casa Taga, un sitio arqueológico ubicado cerca del pueblo de San José, en la isla de Tinian, en el archipiélago de las Marianas.
El lugar alberga una serie de altos pedestales de piedra tallada, de base cuadrangular, y con un remate semiesférico que les da apariencia de hongos. Los misteriosos pilares, llamados “haligi”, miden unos 4,6 m. de altura, en tanto que los capiteles, de nombre “tasa”, miden unos 2,2 m de diámetro. Se calcula que cada monolito de coral puede llegar a pesar más de 30 toneladas y la semiesfera más grande bien puede alcanzar las 22 toneladas.
Originalmente, las columnas (12 en total) estaban erguidas en dos filas paralelas, si bien tan sólo uno de los pilares permanece en pie en la actualidad.
La antigüedad de esta estructura se ha llegado a tasar hasta en 4.000 años, o más. Lo que sí es cierto es que, cuando la expedición de Fernando de Magallanes llegó a la isla, en 1521, la estructura ya estaba parcialmente en ruinas.
En cuanto a quién o quiénes fueron sus constructores, algunas leyendas nos cuentan que la Casa Taga fue erigida por un jefe procedente de otra isla, de 3 metros de altura y fuerza sobrehumana.
En general, los nativos que recibieron a los exploradores europeos declararon un total desconocimiento acerca de sus constructores, salvo que era obra de “los espíritus de las personas del pasado”.
Las marcadas diferencias en la forma, el tamaño y la calidad de corte de las piedras latte sugieren que podrían haber sido elaboradas por diferentes culturas en tiempos muy diferentes.
En 1949 se descubrieron dos piezas de hierro debajo de la base de una de estas columnas. La fácil conclusión de los arqueólogos fue que dicho pilar se había erigido después de la llegada de los españoles, pues para ellos resultó impensable aceptar que una antigua cultura de la isla hubiera podido conocer el hierro y el arte de fabricar instrumentos con él.
Se cree que los megalitos prehistóricos se usaron como pilares de las casas, pero no se ha determinado su edad exacta ni sus orígenes, como tampoco los métodos de extracción, transporte y colocación de las piedras latte. Existen teorías y leyendas sobre las piedras, pero nada está científicamente probado.
La verdad es que, por el peso del techo de paja, no tiene el menor sentido montar semejante estructura de soporte. Ni siquiera como base para soportar toda una casa de troncos de madera.
Es impresionante la similitud de estos pilares pétreos con sus contemporáneos, hechos de hormigón armado. En este caso, sirven de columnas para soportar un viaducto ferroviario. Nótese que también esta hecho en 2 piezas y guarda las mismas proporciones.
Además de las rocas latte, los antiguos habitantes de las Islas nos han dejado una variedad de pintura rupestre, con motivos de manos en positivo y figuras geométricas.