.En los ríos y mares han habitado desde siempre ninfas, la sirena y demás seres mitológicos que abundan en viejos relatos de transmisión oral y posteriormente escrita.
El agua es un elemento esencial para la vida y un pilar clave de todas las culturas humanas; que ha tejido relatos, leyendas y cosmogonías completas en torno a ella. Además, en casi todas las culturas se percibe al agua como un elemento femenino. Agua y feminidad se relacionan en todas las civilizaciones y la mitología está llena sirenas, ninfas y deidades que hacen líquido elemento su símbolo y su fuente de poder.
Temidas y deseadas, las sirenas, según la mitología clásica, eran seres femeninos de extremada belleza y hermosos cantos; mediante los cuales atraían a los marineros, hacían encallar sus barcos y los devoraban sin compasión alguna.
Una lista rápida de los significados y símbolos asociados a las sirenas son: amor, belleza, misterio, privacidad, sensualidad, emoción, feminidad, persuasión y percepción.
Son una representación perfecta para el poder y la independencia de las mujeres. También representan muy bien la libertad; la rebelión del espíritu y la ferocidad de la independencia .
El triton es un hombre que al igual que las sirenas tiene cola de pez pero este es su version masculina; sus padres son Poseidon y Anfitrite; y se caracteriza por llevar consigo un tridente o un caracol; que es con el que genera las olas del mar y con el tritón controla a los peces y seres marinos.
La lamia, representada con cuerpo de mujer y cola de pez, Suelen encontrarse cerca de rios o fuentes donde suelen peinar por horas sus largas cabelleras con sus peines de oro y segun se dice son magicos, generalmente este tipo de sirena es amable con los humanos pero la forma en que podrian transformar su amabilidad en ira es robandoles sus preciados peines o peinetas que usan en su cabello.
Las nereidas son grupos de entre 30 y 100 mujeres hermosas, amables y con cuerpos esculturales y si tienen piernas, pero al igual que las sirenas viven y respiran bajo el agua, les gusta oir musica y tocar instrumentos como la citara, el arpa y los caracoles, suelen salir a la superficie solo de vez en cuando para jugar con las olas, y danzar entre ellas.
Son hijas de Nero y Doris, y a estas bellezas les gusta nadar entre delfines, En sus largas cabelleras llevan perlas y pequeñas conchas, que utilizan para adornarlas.
En realidad, los orígenes de estos fabulosos seres no están demasiado claros. En un principio, eran seres híbridos, mitad mujer, mitad ave. Posteriormente evolucionan hacia una representación más clásica y conocida: la mitad inferior de su cuerpo como pez, la mitad superior como hermosa mujer. En antiguas tradiciones aún se pueden contemplar representaciones artísticas en las que aparecen como aves con rostro y torso de mujer, ello quizá a la asociación de las aves con el canto, posiblemente para imaginerías anteriores a Grecia, se piensa que estos seres estaban vinculados con la muerte, al representar espíritus alados que abocan a quienes escuchan sus melodías a la tragedia y a la muerte.
Los más antiguos mitos griegos describían a las sirenas como seres de una voz encantadora que, no sólo era atractiva, sino que también era hipnótica. Su cuerpo era el de un ave y su rostro, el de una hermosa mujer. Estos relatos las ubicaban habitando las islas del Mediterráneo.
Por otra parte, en la mitología asiria de que la bebería mucho la tradición griega, tenemos a Derceto, una diosa que era representada en forma de pez con cabeza, brazos y pecho de mujer.
Fue, posiblemente, en la mitología de los asirios en el año 1000 a. C. en que la sirena apareció con forma mitad humana y mitad pez. Una leyenda hace referencia que Derceto ofendió a Venus y como castigo hizo que ella se enamorara de un pastor. Del romance entre Derceto y el pastor, nació una hermosa niña que fue llamada Semíramis y que llegaría a ser reina de Babilonia.
Derceto, dominada por ira que le provocó el castigo impuesto por Venus, abandonó a su hija, hizo matar al pastor y se dispuso a suicidarse, arrojándose al mar. Pero los dioses impidieron esto último convirtiéndola en una diosa mitad pez y mitad humano.
Posteriormente, en las culturas griega y romana, dado su capacidad fecundadora y creadora, se la identificó con Rea-Cibeles y Afrodita. Los antiguos griegos hablaban de sirenas aladas que eran como prostitutas que llevaban a los viajeros a la pobreza y al naufragio: “Tienen alas y garras porque el amor vuela y hiere”, decían.
Pero fue a través de Homero que aparecieron las primeras referencias escritas de las sirenas. En su magnífica obra La Odisea. El poeta griego que narra las peripecias de Ulises en su regreso a Ítaca, luego de la Guerra de Troya, describe como el héroe griego logra enfrentar el canto de las sirenas, al acercarse a la isla de Sorrento.
Ulises, advertido por Circe, ordena a su tripulación que se tapen los oídos con cera y él es atado al mástil mayor del barco; porque quería escuchar el canto; y de esta manera lograron atravesar este desafío. La tradición mitológica, contaba que con su canto, las sirenas seducían a la tripulación de los barcos, que perdían el control del mismo hasta estrellarse contra las rocas. Aprovechaban entoces el naufragio para devorar a los tripulantes de las naves caídas en desgracia.
Un relato muy similar, el de Los Argonautas, menciona que Orfeo y su tripulación lograron sortear a las sirenas de la isla de Sorrento con el maravilloso canto del héroe que embelesó a la tripulación y evitó que éstos escucharan el canto de las sirenas.
Para los celtas, las deidades del agua formaban parte de su cotidianeidad y, por tanto, eran muy populares y respetadas. No podía ser de otro modo, ya que ellas dominaban la esencia misma de la vida.
Por esa razón, las deidades relacionadas con fuentes de agua recibían ofrendas, como armas, objetos de valor e inclusive sacrificios humanos. Había que colmarlas de regalos o aplacarlas para que siguieran siendo fértiles y no destrozaran con su violencia en forma de tormentas o torrentes a los temerosos fieles. Una amplísima panoplia de estas ofrendas se rescató del lago Neuchatel en la localidad suiza de La Tène, a tal punto que dio nombre a toda una cultura.
Pero no solo en Europa se ve esta ecuación mujer-agua, que siempre es signo de vida y regeneración. En el Caribe existía Atabey, deidad del mar, la luna y la fertilidad.
Un poco más al sur, en las zonas andinas, también encontramos relatos similares. Mama Cocha o Mamacocha, que para los quechuas significa Madre de las Aguas, era una deidad que comprendía todo: el mar, los lagos, los ríos y los manantiales. Era la esposa del dios supremo Viracocha.
Del otro lado del Atlántico, en el continente africano, el agua es también sinónimo de mujer. Yemayá o Jemanjá es la Orisha o divinidad de la fertilidad en la religión yoruba de Nigeria; también llegó a Latinoamérica, sobre todo Brasil, con el tráfico de esclavos. Hoy en día todavía se la celebra el 2 de febrero en varios países americanos del Atlántico sur, donde seguidores del Africanismo, el Candomblé y la Umbanda (incluida la Quimbanda) van hacia el mar llevando barcas con ofrendas, también llamadas “ferramentas”.
Desde la otra punta del mundo, en Japón, encontramos la figura del Ameonna, un espíritu femenino de la categoría de los Yokai, capaz de atraer la lluvia con solo lamerse la mano.
En las antiguas culturas de la Península Ibérica, encontramos en el País Vasco a las Arrainandere. Sirenas que atraen a los marinos con sus cantos para que éstos, confiados, se acerquen a ellas con el consiguiente riesgo de naufragio.
En Asturias la Sirena o Serena era una joven que tenía un apetito pantagruélico, pues comía constantemente pescados y mariscos. Hasta que un día, su madre le dijo: “¡Quiera Dios que te conviertas en pez!”. Y cuando la joven se bañaba en el mar, sintió como sus piernas se cubrían de escamas y se convertían en una gran aleta
La sirenomelia es una enfermedad extremadamente rara. Se produce por la fusión de los miembros inferiores secundaria a un trastorno severo en el desarrollo del blastema caudal axial posterior. Posiblemente debido a una alteración vascular de una rama de la arteria aorta abdominal.
Se presenta de forma aislada o asociada a trastornos renales, cardiovasculares, gastrointestinales, respiratorios, neurológicos o genitales. Formando parte del síndrome de regresión caudal, sin un patrón hereditario ni base genética demostrada.La sirenomelia, es incompatible con una vida prolongada debido a las malformaciones asociadas.
La aparición del cristianismo y su posterior transformación en la religión adoptada por las mayorías occidentales. Tuvo como consecuencia la erradicación de los personajes mitológicos paganos, entre ellos las sirenas.
Si bien la sirena no es mencionada en la biblia, a diferencia de otros híbridos. Si ha sido utilizada como ejemplo de las tentaciones del mundo. El arte cristiano de la época medieval hacía referencia las sirenas como la representación pecaminosa de la mujer y de sus tentaciones. Algunos relatos hacen referencia a que eran pecadoras que lograron sobrevivir al diluvio universal, adoptando forma de pez.
Pese a que las sirenas siempre ocuparon un lugar como personajes malvados. En la actualidad es posible verlas presentes en la literatura infantil, series y programas de televisión.
A finales del 2012, la NOAA, la Agencia Federal de oceanografía de Estados Unidos organizó una expedición para demostrar por fin la existencia o no de las sirenas. El programa fue emitido por Animal Planet bajo el título «Sirenas. Cuerpo encontrado: Una pizca de verdad que vive debajo de la leyenda de las míticas sirenas.»
Este documental produjo toda una alarma social. El documental quiso abordar una hipótesis científica polémica. La cual establece que, en el pasado evolutivo de la raza humana, existió un ser conocido como el «simio acuático». Un antepasado marino en común entre los homínidos y los simios que podría dar lógica a los supuestos cuerpos de sirenas encontradas.
la teoría convencionalmente aceptada sobre la evolución humana (aquella de «El origen de las especies» de Charles Darwin). Nos dice que los antepasados del Homo Sapiens moderno descendieron de los árboles, dejaron los bosques y se asentaron en la sabana. Conquistándola.
Hasta aquí todo bien. Pero para otros científicos, antes de llegar a este punto, el Homo Sapiens atravesó una fase acuática.
Esta arriesgada formulación se conoce como la Teoría del Simio Acuático y propone que nuestros antepasados pasaron mucho, muchísimo tiempo en el agua. En este punto algunos especímenes salieron de este medio para desarrollarse en tierra firme, mientras unos pocos, decidieron quedarse en el océano.
Un ciudadano británico asegura haber encontrado restos en descomposición de una sirena de verdad en una playa de Norfolk, Inglaterra. Pero no solo existe la evidencia de las palabras de este ciudadanos, en este caso grabó en video su descubrimiento.
Las impactantes imágenes muestran el cuerpo en descomposición de una criatura similar a la humana. Pero con una cola de pez sobre la arena de la playa. Los escépticos aseguran que simplemente se trata de una foca en estado avanzado de descomposición, con un parecido razonable a la forma humana. Otros usuarios acusan al joven británico de ser un montajista. Al parecer, el perfil de Jones está lleno de publicaciones sobre aterradoras figuras.
También mucha gente piensa que se trata de una sirena real. Debido a que la criatura según su criterio es demasiado real para ser un montaje.