La leyenda sitúa la magica isla de Avalón en algún lugar no especificado de las Islas Británicas, aunque ya a principios del siglo XI algunas de las tradiciones artúricas indican que este lugar puede estar situado en Glastonbury, donde antes de que la zona de la llanura de Somerset fuera dragada, existía una colina (Glastonbury Tor) que se elevaba como una isla en medio de los pantanos.
Según la leyenda original, Ávalon era una isla llena de manzanos silvestres, vides y cereales que crecían allí en lugar de las típicas plantas silvestres. Debido a esto, sus habitantes no tenían necesidad de trabajar el campo, viviendo una existencia idílica.
Se dice que solo unos pocos elegidos tenían acceso a ella, Morgana Le Fay y sus ocho hermanas, las moradoras de la Casa de las Vírgenes, Merlín y sus criados, y por supuesto, sus propios habitantes, las hadas.
Un paraíso de eterna primavera en el que nadie envejecía, donde la paz era perpetua y donde no existía la fatiga, pues la tierra era pródiga en frutos. Quizás fue por eso que tras la batalla de Camlann, el rey Arturo, unos dicen que muerto, otros que solo malherido fue trasladado a la Isla de Avalon, donde desde entonces, sus restos reposan en un lecho de oro.
La primera de estas figuras mágicas es la del consejero y amigo del monarca: Merlín. Merlín, lejos de su concepción tradicional como hechicero, es un druida.
Este estamento de la cultura celta era el garante del conocimiento. Eran los sabios, los médicos, los magos, los videntes y los bardos. Eran los consejeros de los líderes y una de sus tareas era asegurarse de que el conocimiento de su pueblo pasaba a la siguiente generación.
Contaban las historias de los héroes y los mitos de los dioses para mantener vivo su recuerdo y sus enseñanzas. Merlín es uno de los personajes míticos más importantes y su recuerdo ha perdurado hasta nuestros días. Es el consejero del Rey Arturo y el que lo guía a través de sus aventuras más sobrenaturales.
Morgana, hermana de Arturo, madre con él de Mordred y discípula de Merlín. Es la reina de la isla de Avalón, con el poder de curar y cambiar de forma.
Es uno de los personajes más populares y controvertidos del ciclo artúrico ya que puede ser presentada como una benefactora de su hermano o la peor de sus enemigos. Hay expertos que creen que el nombre de la hermana del Rey Arturo podría venir de mori-gena,que significa Nacida del Mar.
En la tradición de los ciclos artúricos, Morgana era la hija de la madre de Arturo, Lady Igraine, y de su primer marido, Gorlois, duque de Cornualles. Arturo, hijo de Igraine y de Uther Pendragon, era, por tanto, su medio hermano. Como mujer celta, Morgana heredó parte de la “magia de la Tierra” de su madre.
Diversas fuentes describen a Morgana como discípula de Merlín, y más adelante como su rival; en este papel, el personaje aparece parcialmente superpuesto a “Viviana”, una de las figuras que corresponden al nombre de “La Dama del Lago”.
Mientras que Viviana (también llamada Nimue) seduce y embruja a Merlín con su belleza y su magia, Morgana aprende la magia de él y luego la usa para dañar a los caballeros de Arturo y a la reina Ginebra, como en Sir Gawain y el caballero Verde, donde a Morgana se la denomina hada y diosa y se dice que fue alumna y amante de Merlín para superarlo en magia y conocimientos.
La Leyenda nos dice que tan solo dos caminos conducen a Avalon. Uno por agua, viajando en un barco fantasma que aparece y desaparece y al cual solo se te permitirá subir abordo si adivinas su nombre y el de sus tripulantes.
El otro, el terrestre, pero este, cuentan, solo lo conocen sus habitantes. Pero sea cual se el camino, hay un elemento indispensable, la niebla, sin ella, Avalon se hace invisible.
Sobre Avalon también se dice que tiene poderes curativos, y que Morgana, la hermanastra de Arturo, dominaba la medicina y en ocasiones llevaba hasta la isla heridos por ella rescatada para que después de haberlos curado, formaran parte de su propio ejercito.
Hasta 1539, fue el lugar donde se alzaba la Abadía de Glastonbury. Dicha abadía era un famoso lugar de peregrinación asociado a los primeros siglos del cristianismo, así como a las leyendas artúricas.
Según las leyendas locales, la abadía la fundo José de Arimatea y la visito el propio Jesús. Glastonbury acabó siendo asociada a las leyendas artúricas cuando, en el año 1190, los monjes aseguraron haber descubierto la tumba del rey Arturo y de su esposa Ginebra, así como la marca de una cruz que identificaba la tumba como tal.
Este hallazgo atrajo a muchos peregrinos deseosos de ver la tumba del rey Arturo, considerado un modelo de caballerosidad y de héroe cristiano.
Otra localización sugerida, aunque menos popular, es la isla de Man, debido a su relación con Emain Ablach, expresión que se puede traducir a grandes rasgos como “isla de los manzanos”.
Se decía antiguamente que Emain Ablach era la morada de Manannan mac Lir, dios irlandés del mar. Asimismo, se creía que la isla había sido también un reino de sanación donde se alcanzaba la eterna juventud y no existía el invierno.
Cuentan las leyendas que también albergaba extensos bosques de manzanos silvestres. Ávalon se asociaba en el pasado con manzanos y curaciones increíbles, así que parece razonable pensar que el mito artúrico de Ávalon estuviera inspirado en el mito céltico más antiguo de Emain Ablach.
Aunque es posible que la leyenda de Ávalon estuviera basada en una isla real, no parece haber evidencia alguna que la relacione con un lugar físico. Es posible, partiendo de esta falta de pruebas, que Ávalon nunca fuese una isla real, sino más bien la cristianización y “Britanización” de la leyenda irlandesa precristiana de Emain Ablach.
Al igual que muchas otras míticas islas paradisíacas, Ávalon ha cautivado la imaginación de generaciones de escritores desde su mencion por primera vez por Geoffrey de Monmouth en su Historia Regum Britanniae (Historia de los Reyes de Gran Bretaña), escrita en el año 1136.
Muchos exploradores y pensadores han tratado de encontrar el emplazamiento real de esta isla legendaria, sugiriendo ubicaciones en el Atlántico, el Mediterráneo y hasta en algún lugar del hemisferio sur.
Algunas de las localizaciones más habituales sugeridas para Ávalon incluyen la isla de Man y Glastonbury. Pero a pesar de la popularidad de estas propuestas, no parecen existir muchas evidencias que indiquen que Ávalon esta basada en un lugar real; y podría muy bien ser un mito derivado de otros mitos celtas más antiguos que giraban en torno a islas paradisíacas de otro mundo.
Avalon también se conoce como la isla de las hadas y la isla mágica, por las leyendas de origen Celta. Entre las cuales se destaca aquella donde se describía como el Rey Arturo después de Camlann, se traslado a la isla de Avalon. Para reposar al cuidado de las reina de las Hadas y de su hermanastra Morgana. También considerada la bruja de las hadas y media hermana de Arturo. En otras leyendas se dice que solo descansa debajo de una colina, esperando el momento para regresar a ocupar el trono de Inglaterra.
Los celtas la llamaban Ynisvitrin, o Inis Gutrin, Isla de Cristal. También es la Isla Radiante y la Entrada a Annwm, el Otro Mundo. Se dice que Avalon viene de la vieja palabra bretona aval, manzana, y es por lo tanto la Isla de las Manzanas.
Y aunque todavía hay estudiosos que no concuerdan con la teoría dominante. El pueblo británico da por hecho que la Isla de Avalon se encuentra, geográficamente, en Glastonbury Tor.
Avalon fse conocio como “el Más Allá” del mundo celta, la tierra de las manzanas, como la tierra hiperbórea donde el paraíso es eterno. No en vano se conoce como “la Isla de la eterna juventud”. La tradición cristiana siempre ha simbolizado con una manzana a este fruto del conocimiento prohibido
La mitología celta, tenía tanto a los bosques como a los cursos de agua como puertas “al más allá”. Cuando la leyenda artúrica madura y se desarrolla, para adentrarse en sus aventuras. Los caballeros siempre cruzaban un bosque “más allá”; del cual está lo fantástico, lo misterioso, lo inesperado.
Más allá, entonces, es un mundo distinto del nuestro, gobernado por otras leyes instituidas por otros seres. Benignos o malignos, de naturaleza puramente espiritual, fantasmal o mágica.
La tradición nos cuenta que José de Arimatea y sus seguidores cristianos, después de la crucifixión de Jesús. Recibieron refugio en Avalon para construir la primera iglesia cristina en todo el mundo. Así la convirtiéron en la tierra más sagrada de Inglaterra cinco siglos antes de Canterbury.
https://mundooculto.es/2020/01/la-legendaria-isla-de-avalo-mito-o-realidad/
https://arturoelhombreelmitoelrey.blogspot.com/2014/02/avalo.html