Una pesada capa de cenizas radioactivas en Rajasthan, India, cubre el área de Mohenjo Daro; ocho kilómetros cuadrados, dieciséis kilómetros al oeste de Jodhpur.
Los científicos investigan el lugar, donde se estaban construyendo viviendas para alojar a gente.
Desde hace tiempo se viene notando un alto porcentaje de defectos genéticos en los recién nacidos y cáncer en el área de construcción. Los niveles de radiación registrados por los investigadores son tan altos que el gobierno Indio acordona toda la región.
Los científicos desentierran una antigua ciudad donde las evidencias muestran que hubo una explosión atómica hace miles de años; entre 8.000 y 12.000 años, y que arrasó gran parte de las construcciones y probablemente mato a medio millón de personas.
Las antiguas civilizaciones y religiones paganas nos dejaron multitud de vestigios como escrituras, objetos o monumentos; que nos hacen preguntarnos continuamente si en un pasado remoto nuestros antepasados tenían tecnologias avanzadas.
Hay cientos de preguntas sin respuesta, pero hay unos textos que arrojan mucha luz; por no decir que iluminan casi al completo el sendero de la verdadera historia jamás contada.
DATOS
Éstos escritos se encuentran en el Mahabharata y el Ramayana. El Mahabharata se trata del mayor poema de la India; consta de 100.000 versos divididos en 18 partes o libros que equivalen a ocho veces la Ilíada y la odisea juntas.
Este extenso poema es más que una simple narración de unos hechos, es un vasto acopio de leyendas, historias y mitos. Discursos didácticos escritos en un bello lenguaje que han nutrido toda la mitología hindú; y han creado una de las mayores religiones del mundo: el hinduismo.
Estos textos relatan una auténtica devastación con lo que parece ser una gran bomba atómica.
El historiador Kisari Mohan Ganguli, sostiene que los textos sagrados antes mencionados; están repletos de las descripciones de un gran holocausto nuclear, de proporciones increíblemente superiores a Hiroshima y Nagasaki.
Antes de conocerse los efectos de la bomba atómica, las referencias del Mahabharata y Ramayana carecían de sentido, ahora no.
En 1889 Protap Chandra Roy traduce un manuscrito milenario de hace 12000 años “Drona Parva”, del sánscrito al inglés. En el se relata:
Salió disparado un proyectil brillante, poseído del resplandor de un fuego sin humo; y las huestes enemigas quedaron rodeadas por una densa oscuridad: por todas partes se hizo la oscuridad.
Soplaban vientos terribles y las nubes se elevaban,rojas como la sangre: los mismos elementos mostraban su confusión. Giraba el Sol, y el mundo, achicharrado por el calor de aquella arma; parecía presa de una fiebre.
Los elefantes huían despavoridos, buscando refugio. Las criaturas acuáticas se abrazaban y el enemigo caían como árboles derribados por un voraz incendio… Corceles y carros; destruidos por la energía de aquella arma, semejaban tocones sumidos por la conflagración del bosque. Por todas partes se derrumbaban carros a millares. Y entonces, la oscuridad se abatió sobre el ejército…
Hay otras muchas referencias en el Ramayana también muy similares a las expuestas. Está muy claro que estos poemas aluden a un gran holocausto que acabó con miles de vidas.
PRUEBAS
Pero lo que seguramente os estaréis preguntando es: ¿Hay pruebas de estas supuestas explosiones hoy en día? Así es, las hay y las vamos a comentar a continuación.
Sin ir más lejos, en Rajasthan, en 1992, fue encontrada una gran capa de cenizas radioactivas, cubriendo un área de unos ocho kilómetros cuadrados, a 16 kilómetros al oeste de Jodhpur.
La radiación es tan intensa que aún contamina la zona. Los científicos están investigando el lugar; ya que presenta serios problemas de mortalidad infantil de origen hasta ahora desconocido; así como altas tasas de cáncer en la población.
Curiosamente los niveles de radiación en la zona son extremadamente altos y la región; fue recientemente acordonada tras el resultado del hallazgo de las excavaciones.
Se llevaron a cabo excavaciones en Harappa y Mohenjo-Daro, los arqueólogos descubrieron esqueletos esparcidos por toda la zona; como si un evento súbito hubiera devastado las ciudades.
La mayoría de ellos estaban cogidos de las manos como si la tragedia hubiera sobrevenido mientras huían de algo terrible.
Aún no se ha conseguido determinar la antigüedad de tales esqueletos pero se apunta a decenas de milenios antes de nuestra era.
El yacimiento de esqueletos radiactivos análogos a los encontrados en Hiroshima y Nagasaki, pero con una sorprendente diferencia: la radiación encontrada era 50 veces mayor.
De confirmarse el hallazgo de forma definitiva, estaríamos hablando de un holocausto nuclear sucedido hace 12.000 años (o más);que causó un cráter visible de 2.154 metros de diámetro, y que puede localizarse a 400 kilómetros de Mumbai.
La datación oscila entre los 12.000 y los 50.000, por lo que no puede precisarse con exactitud su antigüedad.
También hay que añadir que no existen restos de meteoritos ni de otro material exterior o interior, ni volcánico ni sísmico que justifique la radiación.
Tampoco una explosión de un meteorito que justifique una presión de 600.000 atmósferas o una radiación 50 veces superior a la bomba atómica que devastó Hiroshima.
Hipotesis
Dado lo increíble de semejante hipótesis, lamentablemente, no existe por el momento ningún estudio medianamente serio; achacándose inicialmente la presencia de radioactividad a las propias características geológicas del terreno donde se encuentran emplazadas las ruinas de Mohenjo-Daro.
De igual manera, la presencia de objetos o superficies vitrificadas y materiales derretidos o fundidos; se ha asociado a fuerzas de la naturaleza ya observados en otras latitudes como Escocia, Australia o Egipto; producto todos ellos de rayos y arcos eléctricos de gran intensidad.
Nadie ha intentado hacer los trabajos necesarios para clarificar la verdadera naturaleza de las cicatrices que; tanto en los seres humanos como en las edificaciones quedaron plasmados durante largos siglos; desde una perspectiva que incluyese la posible utilización de energía nuclear.
El solo planteamiento de ésta última hipótesis supondría de inmediato el total desprestigio para cualquier investigador; universidad u organización, pues implicaría el conocimiento de los secretos del átomo por los hombres que habitaron el Valle del Indo hace más de 5.000 años.
EVIDENCIAS
No son solo Harappa o Mohenjo-Daro quienes apuntan en la dirección de tan extravagante hipótesis como plausible; ni tan siquiera los míticos relatos descritos en el Mahabharata u otros textos védicos. Son varios los puntos geográficos donde han sido detectadas las “huellas” de posibles deflagraciones nucleares en la India.
Al menos existen tres puntos en el área comprendida entre las montañas de Rajmahal y el Río Ganges; que presentan grandes capas de cenizas y una presencia de radiación superior a la media habitual.
Lo mismo ocurre en el estado de Rajasthan, donde un área de cinco kilómetros cuadrados aparece cubierta de cenizas radioactivas; a poco menos de 15 kilómetros al Oeste de la ciudad de Jodhpur; y que según siempre los lugareños, es la causante del gran número de casos de cáncer y malformaciones congénitas detectados en sus inmediaciones.
Incluso se ha asociado en numerosas ocasiones al cráter del Lago Lorna; en las proximidades de Deccan; como los restos de una gigantesca explosión nuclear.
El cráter se encuentra sobre una meseta de roca basáltica, lo cual le hace ser prácticamente único en el mundo; pudiéndose apreciar áreas de roca completamente vitrificada.
Alcanza poco más de los dos kilómetros de diámetro y los ciento cincuenta metros de profundidad; habiendo sido siempre considerado como de origen volcánico por parte de los geólogos; aunque se abandonó tal idea para ser sustituida por la de un meteorito;pero jamás se ha encontrado ningún rastro de material meteórico.
Misterios
Hay algo que hace que ésta hipótesis, descrita en los textos del Mahabharata y Ramayana tenga que tomarse muy en cuenta y no desecharla en absoluto; ya que, sólo siete años después de la primera explosión atómica en Nuevo México, el doctor Oppenheimer (conocido coloquialmente como “el padre de la Bomba Atómica”); que conocía bien la antigua literatura sánscrita, estaba dando una conferencia en la Universidad de Rochester.
Luego, en turno de preguntas y respuestas, un estudiante hizo una pregunta a la que el doctor Oppenheimer contestó con una extraña reserva:
Estudiante: La bomba que se hizo estallar en Alamogordo, durante el proyecto Manhattan, ¿fue la primera en hacerse explotar?
Doctor Oppenheimer: Bueno…, sí. En tiempos modernos, sí, claro.
Quizá el doctor recordaba el pasaje anterior que había leído en el Mahabharata sobre una antigua guerra en la que se introdujo una nueva arma…
https://www.mundomisterioso.net/2011/06/mohenjo-daro-el-enigma-del-valle-del.html