En 1838, en una expedición enviada por la Royal Geographical Society británica; George Grey descubrió una gran cantidad de pinturas rupestres cerca de Glenelg River, Kimberley, al noroeste de Australia. Estas pinturas tienen como protagonistas a extraños seres antropomorfos llamados por los aborígenes “Wandjinas”.
En la mitología de los nativos australianos, los Wandjinas (que significa “cercano al agua”); son seres sobrenaturales, espíritus de la lluvia y las nubes, creadores de la vida en la Tierra. Son seres sabios que trajeron la civilización y la prosperidad a los pueblos de la zona.
Una de las leyendas más intrigantes y desconcertantes de los aborígenes australianos es el de los Wandjinas; los seres espirituales supremos y creadores de la Tierra y las personas. Quizás lo más interesante de su arte figurativo pintado en rocas y en las cuevas es la forma en la que han representado a los Wandjinas; rostros blancos, carentes de una boca, ojos grandes y negros, y una cabeza rodeada de un halo o algún tipo de casco. ¿Son estas pinturas rupestres representando a los Wandjinas la evidencia de visitantes de otros mundos interactuando con los humanos primitivos?