La palabra “Navidad” quiere decir nacimiento, es decir, en esta fecha se celebra el nacimiento de alguien.En la navidad se conmemora el nacimiento de Jesús. Pero la verdad es que nadie sabe exactamente qué día nació Jesús.
Según los evangelios de Mateo y Lucas dicen que Jesús nació entre los días de Herodes “El Grande. Lucas señala que cuando nació Jesús, el emperador Augusto realizó un censo, que fue 37 años después de la batalla de Actium.
O sea que Jesús fácilmente pudo haber nacido entre el año 6 o 7 d.C. y no en un 25 de diciembre del año 1.Entonces,¿Cuál es el verdadero origen de la Navidad?.
¿Cómo puede ser el 25 de diciembre una de las fechas más importantes para los cristianos, por representar la llegada de un nuevo mesías, cuando ninguno de los evangelios especifica la fecha de tal evento?.
la Biblia no dice nada sobre la mayoría de los elementos y símbolos que forman los belenes que se montan en estas fiestas.
Según la Biblia, Jesús nació en un clima cálido con animales pastoreados. El 21-25 diciembre son los días más cortos, oscuros y fríos en el hemisferio norte donde siempre vivió Jesús. Los ganados no pastan entre noviembre y marzo. De allí que Jesús no pudo haber venido al mundo en esos meses.
El Corán describe al nacimiento de Jesús debajo de una cálida palmera. Jesús sí instó a sus discípulos a conmemorar su muerte y resurrección pero no su nacimiento.
Hacia el siglo II, algunas sectas gnósticas daban como fecha de nacimiento de Jesús el 20 de mayo y en el siglo III el obispo Cipriano de Cartago determinó que tal acontecimiento se produjo el 28 de marzo.
La relación entre el nacimiento de Jesús y la Navidad es algo tan cogido por los pelos que en 1647, tras la reforma protestante, en Inglaterra se prohibió su celebración por considerarse pagana.
Los primeros ritos religiosos estaban ligados a los ciclos de la madre Tierra, la Luna y el Sol; y una fecha en la que antiguos pueblos de todo el mundo, se paraba a celebrar, era el solsticio de Invierno.
Los orígenes de la Navidad se ubican en el amanecer de la Humanidad; los días que seguían al solsticio del invierno desde el 21 de diciembre, los cuales han tenido siempre una significación particular en la adoración del dios del sol.
Los cultos agrarios que se celebraban el solsticio de invierno, el fin del período del progresivo oscurecimiento de los días y el regreso de la luz (renacer del Sol).Desde tiempos babilónicos;desde Nimrod y su esposa Semiramis y su hijo T amuz, al cual las antiguas culturas adoraron, o la adoración a la diosa Isis y a su hijo.
En la Iglesia Católica,resultado del imperio Romano acepto las costumbres paganas y paso a la adoracion de Maria y el niño; “cristianizo” costumbres paganas con el fin de convertir mas adeptos.
Los primeros creyentes, nunca practicaron la navidad, sino que todo lo contrario, los creyentes de la iglesia primitiva, practicaron la conmemoración de la muerte del Mesías, tal como el, lo ordeno que se hiciese.
La celebración de la Navidad el 25 de diciembre es la cristianización de las fiestas paganas que conmemoraban el solsticio de invierno en el hemisferio norte; como es el caso del Yule, de los celtas y nórdicos.
En Persia el culto al Dios Mitra, la divinidad de la luz y los contratos sagrados, se celebraba el 25 de diciembre, ya que dicho Dios nació de una piedra en esa fecha según cuenta la leyenda.
El mitrísmo tenía cosas en común con el cristianismo como el bautismo, la festividad del domingo, el agua bendita o la adoración de los pastores en el nacimiento de su Dios. Los griegos identificaron a Mitra con el Dios solar Helio y fueron los responsables de la expansión de su culto.
En Egipto, el 6 de enero se honraba el nacimiento de Osiris, Dios de la vegetación y que muere y renace constantemente y rige en el inframundo de los muertos. Pero como padre de Horus, Dios de la luz, tiene una simbología de renacimiento.
La fiesta pagana más cercana a las celebraciones navideñas occidentales fueron las Saturnales romanas dedicadas al Dios Saturno. Aunque comenzó durando un sólo día, los sucesivos emperadores fueron añadiendo días hasta que, con Domiciano (51-96), se unieron con los Sigilaría y duraban del 17 al 23 de diciembre, una vez finalizados los trabajos del campo tras la conclusión de la siembra.
En las fiestas Saturnales se decoraban las casas con plantas y se encendían velas para celebrar la nueva venida de la luz. Los amigos y familiares se hacían regalos. Eran días de bulliciosas diversiones, banquetes e intercambio de regalos.
Durante estas fiestas se suspendía el poder de los amos sobre sus esclavos. Éstos tenían derecho a hablar y actuar con total libertad, por eso era conocida también como las «fiestas de los esclavos». Los esclavos y sus amos, intercambiaban sus papeles.
Las saturnalias terminaban con el nacimiento del Sol(Helios), Dies Natalis Solis Invicti, de donde proviene la palabra Navidad.
Con la llegada del emperador Justiniano y el establecimiento del cristianismo como religión oficial, se empezó a ver con malos ojos las festividades paganas, pues estas se celebraban de manera descontrolada.
La festividad más importante era la Saturnalia, por lo que como estrategia de expansión el papa Julio I estableció el día 25 de diciembre como el día del nacimiento de Jesús, es decir, la Navidad; para lograr que las personas celebren la Navidad en vez de la Saturnalia, mantuvieron ciertas costumbres como el intercambio de regalos y los grandes banquetes.
La Navidad se celebra de manera distinta en diferentes partes del mundo. Sin embargo, la mayoría de las celebraciones contienen elementos del paganismo. El árbol navideño es un invento alemán del siglo XVII que derivó de la práctica pagana de llevar la vegetación dentro de las casas como decoración.
Los adornos colgados en los árboles navideños tienen sus orígenes en las saturnales, cuando los romanos colgaban adornos afuera en los árboles, que típicamente representaban a Saturno o a las deidades o ídolos amados por cada familia.
Las primeras tribus germanas decoraban los árboles con frutas y velas en honor a Odín. El pastel de frutas es una gran tradición navideña, pero su verdadero origen lo encontramos en el antiguo Egipto.
Se dice que los egipcios dejaban pasteles hechos de fruta fermentada y miel en las tumbas de sus seres queridos fallecidos. Mientras que los cristianos dicen que las bayas rojas del acebo representan la sangre de Jesús; en las culturas precristianas el acebo era conocido como la planta que expulsaba a los espíritus malignos.
Papa Noel no aparece en la Biblia ni siquiera de manera indirecta; y menos aún su historia de que vive en el polo norte donde trabaja junto a sus duendes.
La Biblia se desarrolla en torno al Medio Oriente y no habla para nada de pueblos del norte de Europa o de Asia. Durante la vida de Jesús, los romanos aún no habían llegado a Gran Bretaña y, de hecho, nunca pudieron colonizar Escocia, Escandinavia, Alemania o Rusia.
Originalmente los cristianos veneran a San Nicolás, un obispo griego del siglo IV de Mira (Turquía) piadoso con los pobres y con los niños. Gradualmente, su figura se metamorfosea con la de Papá Noel, el cual tiene más rasgos de Odín que de cualquier santo cristiano.
Odín es representado como un hombre de extensa barba que cabalga sobre un caballo volador de 8 patas. Él, a su vez, aparecía en las fiestas de Yuli en torno al solsticio septentrional de invierno; en las cuales los árboles eran adornados, para repartir regalos a los niños quienes dejaban botas vacías colgadas en sus puertas.
Los cristianizadores de dichos pueblos lograron colocar el epicentro de la fiesta de Yuli; que era regido por un calendario lunar dentro del 25 de diciembre del calendario solar gregoriano.
En la Biblia, más exactamente en el evangelio de san Mateo (2:1 – 12). Se habla de unos “magos” quienes fueron a entregar como ofrenda oro, incienso y mirra al rey de los judíos. Pero jamás se mencionan sus nombres, ni una cifra de cuántas personas y tampoco si eran realmente “reyes”.
La Biblia no habla de reyes, magos o de que fueran 3, sino que ‘maguis’ orientales ofrendaron al bebé Jesús. ‘Maguis’ son los sacerdotes-astrólogos de la entonces principal religión monoteísta (zoroastrianismo persa); con lo cual buscaban crear un vínculo con ésta.
Al parecer, la primera de las modificaciones al relato fue en el siglo III cuando Tertuliano estableció que podían ser “reyes” por una serie de iconografías que así los representaban. Y por el significado negativo que podía tener el término “mago”.
Posteriormente, durante la Edad Media, se difundió que eran “tres” los “reyes magos” por el número de ofrendas que menciona la Biblia. Asimismo porque correspondía al símbolo trinitario (padre, hijo y espíritu santo).
Los chinos y los babilonios tenían registros de cometas y novas y ninguno coincide con los años 8 a. C. y el 4 a. C. La diferencia de calendarios de unos y otros, el de Roma y el nuestro basado en el nacimiento de Jesús.
La Ciencia ha intentado dar explicación al fenómeno y comprobar, dentro de lo posible, su veracidad.
La más probable explicación, es la posibilidad de que los tres Magos fueran testigos de una conjunción planetaria especialmente brillante. Tanto como para hacerles creer que se trataba de una nueva estrella.
Pero, ¿hubo alguna conjunción planetaria de este tipo entre los años 7 y 2 AC? La respuesta es que sí. Los astrónomos han determinado que, en ese intervalo temporal, se produjeron varios fenómenos planetarios que podrían haber sido interpretados como la estrella de Belén.
El primero de ellos fue en el año 6 AC y se produjo entre los planetas Marte, Júpiter y Saturno y todo sucedió en la constelación de Piscis.
Los tres mundos formaron una brillante figura geométrica en el cielo que debió de ser de gran belleza . Y capaz de llamar la atención de cualquiera.
Otra posibilidad es la «triple conjunción» de Júpiter y Saturno entre los meses de mayo y diciembre del año 7 AC. Los «pasos» de Júpiter sobre Saturno se produjeron el 29 de mayo, el 30 de septiembre y el 5 de diciembre de ese año.
Kepler constató que la conjunción de la Tierra con los planetas Júpiter y Saturno, estando el Sol pasando por Piscis. Sucedió en febrero del año 7 a. C.,
Un fenómeno que los astrólogos babilonios conocían y que quizá inspiró al escritor bíblico para enfatizar la profecía sobre la llegada del nuevo Rey.
Sin embargo, la que seguramente fue la más brillante de las conjunciones planetarias de esa época fue la que se produjo entre Venus y Júpiter.
Y cuando Venus se retiró, Júpiter permaneció junto a Leo por lo menos durante diez meses más, sumando su brillo al de la estrella.
Los dos planetas bajaron juntos y lentamente hacia el horizonte a medida que sus brillos se iban confundiendo.
En un tiempo en el que no había instrumentos de observación. Lo mas probable es que los observadores no fueran capaces de distinguir los dos objetos individuales. Y que solo percibieran un único y brillante destello sobre los cielos de Judea