Muy cerca de Málaga tenemos un rincón prehistórico: el conjunto arqueológico de los Dólmenes de Antequera. Convertido en Patrimonio de la Humanidad gracias a su riqueza megalítica.
Antequera por su disposición geográfica es una ciudad de interior cercana a la sierra de El Torcal. Gracias a eso, ofrece unos espectaculares parajes naturales como la Vega, el pantano de El Chorro o El Torcal. Además, tiene un clima templado con veranos cálidos e inviernos fríos.
En la Prehistoria europea ya existían las primeras formas de arquitectura monumental, los megalitos. Estos se caracterizan por ser una especia de refugio construido con dos o más bloques de piedras de gran tamaño y sin labrar.
Los monumentos megalíticos muestran una amplia diversidad de soluciones y técnicas arquitectónicas, pero se caracterizan por el uso de grandes bloques de piedra que forman cámaras y espacios techados con cobertura adintelada o en falsa cúpula, utilizados con fines rituales y funerarios.
Las construcciones megalíticas es uno de los grandes misterios de la prehistoria, muy abundantes en la provincia de Málaga, sobre todo en Antequera, donde se encuentra uno de los mejores y más conocidos exponentes del megalitismo español, el conjunto dolménico de Menga, Viera y el Romeral.
En menos de tres kilómetros se nos representan tres tipos de dólmenes: de galería el dolmen de Menga, de corredor el de Viera, y de falsa cúpula o toloi el del Romeral
Construidos en el Periodo Neolítico y la Edad de Bronce, el más antiguo de ellos es, El Dolmen de Menga, con aproximadamente 6000 años de antigüedad. Tal vez el más espectacular, por su grandeza, las enormes losas de sus paredes y las cobijas (losas del techo). Se estima el peso de la última de ellas en 180 toneladas. El Dolmen de Menga se orienta a la Peña de los Enamorados.
Fue declarado Monumento Nacional en 1886 y es de gran interés turístico. Se trata de un sepulcro de galería con un corredor levantado sobre diez bloques de piedra, cinco a cada lado. Al final de este pasillo veremos una cámara sepulcral de planta rectangular, formada por dos paredes de siete monolitos y cubierta por cinco losas sujetas por tres pilares.
También podemos encontrar en esta zona de cuevas restos fósiles, así como estudios de los estratos de la Tierra.
El Dolmen de Viera, sepulcro megalítico construido con ortostatos y cobijas. Su orientación a los equinoccios, hace que sea el único de los 3 dolmenes que tiene una orientación a un evento astronómico. Su construcción se data entre el 3510 – 3020 A.C. Inicialmente conocido con la Cueva Chica por comparación a Menga. Posteriormente se pasó a denominarse Dolmen de Viera en honor a los hermanos descubridores. Es un dolmen de corredor. Presenta tres puertas que diferencian un pasillo, un corredor y una cámara final.
Está formado por un largo corredor segmentado en dos tramos. En él podemos diferenciar perfectamente el pasillo de la cámara funeraria ya que están divididas por una losa horadada y todo ello cubierto con un túmulo.
Este dolmen fue declarado Monumento Nacional un poco más tarde que el anterior, en 1923. Puede considerarse un sepulcro de corredor de características parecidas al de Menga, tanto en su morfología como en su cronología. Sin embargo, parece ser de menor tamaño que este.
Las puertas que limitan el corredor son dos piedras agujereadas de medio metro de grosor. Al final se encuentra la llamada cámara sepulcral, de base cuadrada y factoría similar a la del corredor, si bien las piedras son de mayor tamaño.
Los Dólmenes de Menga y Viera se encuentran en el mismo emplazamiento, a una distancia de 50m escasos. Romeral, dista de ellos en unos 4km.
El Tholos de El Romeral, popularmente conocido como el Dolmen del Romeral, es el más moderno de los tres, construido entre el 3000 y 2200 A.C. El sepulcro magalítico de El Romeral fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931.
Su singularidad está en el diseño de la cúpula por aproximación de las hiladas de ortostatos y cobijas que forman sus paredes. Su orientación es a El Torcal, por lo que al igual que el Dolmen de Menga, tiene una vinculación geográfica y no astronómica.
Está constituido por piedras de menor tamaño, muy parecido al de Viera en cuanto al pasillo y la cámara final, que en el de El Romeral se continúa con otra cámara menor. Dicha cámara final es de base circular y techo en falsa bóveda, muy similar a los templos micénicos. La falsa bóveda está constituida por una superposición de piedras en capas sucesivas que sobresalen hasta casi cerrar el techo, cuyo agujero final tapa un megalito. La cámara sepulcral es un «tholos«, es decir, una cámara en forma circular. Las paredes, además, son de piedras de pequeño tamaño.
Tras esta cámara principal, se esconde otra similar aunque más pequeña, que parece ser sirvió de altar para ofrendas.
Los arqueólogos se imaginan con los dolmenes de Antequera, un pueblo del tiempo llamado Calcolítico, entre el 3.000 y el 2.000 A.C. Un pueblo primitivo que viviría de la agricultura y la ganadería, con una organización tribal y bárbara.
A pesar de las explicaciones de los arqueólogos, las llamadas ?cámaras funerarias? no tienen rastros de esqueletos humanos que las puedan identificar como tumbas. En el dolmen de Menga sólo se han encontrado dos hachas de piedra pulida, y en el de Viera y el Romeral se han encontrado algunos útiles de sílex y hueso, y algún resto de cerámica. Se alude a la cantidad de tiempo que han estado expuestos a la expoliación.
En este Conjunto Arqueológico de los Dólmenes de Antequera, se organizan año tras año las Celebraciones del Sol. Se producen 4 veces al año, concretamente en los equinoccios de primavera y otoño, y los solsticios de verano e invierno.
¿En qué consisten estas Celebraciones del Sol? Se deben a que estos edificios megalíticos fueron construidos siguiendo los ciclos astrales, que regulaban cosechas, rituales de muerte, y todos los aspectos de la vida de las civilizaciones antiguas.
En estas fechas clave (solticios y equinoccios) se producen fenómenos de luz impresionantes y mágicos entrando en los megalitos, y se organizan visitas especiales para dejarse embaucar por el astro rey y su poder en la tierra.
Junto a los Dólmenes de Antequera, el conjunto declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO comprende también los espacios naturales de la Peña de los Enamorados, conocida con ese nombre por la leyenda que cuenta que unos enamorados (un cristiano y una princesa mora) se arrojaron al vacío desde la Peña para unirse en la eternidad, y el Paraje Natural de El Torcal de Antequera.
http://www.juntadeandalucia.es/cultura/dolmenesantequera/visitavirtual/andalucia.html
https://repositorio.iaph.es/bitstream/11532/263972/4/Paisaje_Antequera_Pasado.pdf
https://www.prehistoriadelsur.com/2013/12/dolmenes-de-antequera.html