La Gran Esfinge de Guiza es uno de los monumentos emblemáticos de la civilización egipcia. Con su mirada milenaria que contempla, cargada de misterio, el sol naciente en el horizonte. La Esfinge ha atraído a todos los viajeros que han visitado Egipto y han osado clavar sus ojos en los de la eterna reina del desierto.
Orígenes y Características
Se trata de una escultura colosal ubicada sobre la ribera occidental del río Nilo, en la meseta de Guiza. Unos 20 kilómetros al sudoeste del centro de la capital egipcia.
Tal y como sucede con las pirámides de Guiza, la esfinge no presenta ninguna inscripción que identifique a su constructor. Pese a ello, los expertos estiman que fue esculpida en el siglo XXVI a. C. Durante el reinado del faraón Kefrén (2520-2494 a.C.), perteneciente a la IV dinastía egipcia.
Dicha datación se argumenta, principalmente, en base a su proximidad con la Pirámide de Kefrén, lo que fue razón suficiente para asociar su construcción a la figura de este faraón, e incluso a la idea de que el rostro de la esfinge es el del propio Kefren.
Debido a las escasas pruebas en este sentido, la identificación de su constructor y periodo de construcción; siguen siendo aún a día de hoy objeto de encendidos debates.