De múltiples resonancias religiosas, filosóficas y políticas, la leyenda del gólem es una de las más fascinantes y paradójicas del mundo.
El Gólem es uno de los mitos más antiguos del ser humano. La creación de la vida, el emular a la divinidad creadora ha marcado todas las culturas del mundo y el gólem es la versión judía del mismo.
Las apariciones más notables del Golem se sitúan en las leyendas de la Edad Media, aunque su origen es anterior. Su nombre procede de la palabra hebrea gelem, muy frecuente en el Talmud para designar a la materia primordial.
En hebreo moderno, la palabra «golem» significa «tonto» o incluso «estúpido».El nombre parece derivar de la palabra gelem, que significa «materia en bruto».
La palabra golem también se usa en la Biblia (Salmos 139:16) y en la literatura talmúdica para referirse a una sustancia embriónica o incompleta.
Las primeras historias sobre golems se remontan al principio del judaísmo.Se crean por personas creyentes y cercanas a Dios.
los cabalistas están absolutamente convencidos de que la totalidad, o al menos la mayoría de los nombres sagrados, son en realidad fórmulas herméticas, que una vez descifrado su genuino sentido, nos pueden conceder poderes incalculables y extraordinarios.
El Golem es, en el folclore medieval y la mitología judía, un ser animado, fabricado a partir de materia inanimada. Se crea mágicamente a partir de fuerzas elementales.
Como Adán, la creacion del golem es a partir del barro, insuflándo después una chispa divina que le da la vida, de manera que la creación de Adán es descrita en un principio como la creación de uno.
Desde este punto de vista, algunas personas con un cierto grado de santidad y acercamiento a Dios podrían adquirir algo de su sabiduría y poder.
Uno de esos poderes sería el de la creación de vida. Sin embargo, no importa qué grado de santidad tuviera una persona, el ser (golem) que creara sería solamente una sombra del creado por Dios, ya que, entre otras cosas, el golem carece de alma ya que Dios es el único que tiene el poder de darla.
La incapacidad principal del golem era la incapacidad de hablar. Tener uno era el símbolo final de la sabiduría y la santidad, y hay muchos relatos de golems conectados con rabinos ilustres durante toda la Edad Media.
En muchas historias el Golem lleva grabadas palabras mágicas o religiosas que le dan vida y lo mantienen animado.
Grabando el ó los Nombres de Dios en su frente, ( YHWH ) ó en una tablilla de arcilla bajo su lengua, o bien la palabra Emet (‘verdad’ en lengua hebrea) en su frente son algunos ejemplos frecuentes.
Al borrar la primera letra de ‘Emet’ para formar ‘Met’ (‘muerte’ en hebreo) el golem es destruido o desactivado, queda solamente su cuerpo de barro inerte.
Según una tradición oral, el primero de la historia lo creó nada menos que el nieto de Adán, Enos, al enterarse de que su abuelo no había nacido de madre y padre.
El relato más famoso relativo a un golem involucra a Rabbi Judah Loew, el Maharal de Praga, un rabino de siglo XVI.
Se le atribuye haber creado un golem para defender el gueto de Praga de Josefov de los ataques antisemitas, así como para atender el mantenimiento de la sinagoga.
De acuerdo con la leyenda, el Golem podía estar hecho de la arcilla de la orilla del río Vltava (río Moldava) en Praga. Tras realizar los rituales prescritos, el Rabbi desarrolló uno y lo hizo venir a la vida recitando los conjuros especiales en hebreo.
Cuando el Golem de Rabbi Loew creció más, también se puso más violento y empezó a matar a las personas y difundir el miedo. Al Rabino Loew le prometen que la violencia en contra de los judíos pararía si era destruido.
Para destruir el Golem, eliminó la primera letra de la palabra “Emet” de su frente del para formar la palabra hebrea que representaba la muerte.
Similarmente, los golems se usan primordialmente en la actualidad en metáforas; bien como seres descerebrados o como entidades al servicio del hombre bajo condiciones controladas pero enemigos de éste en otras. De forma parecida, es un insulto coloquial en yidis, sinónimo de patoso o retrasado.
El Golem, por definición, carece de alma, y tan sólo es una réplica en vida artificial de la figura humana. Cuenta con fuerza, pero no con inteligencia.
Ciertamente hay excepciones, pero la regla general es que para crear un Golem es necesario conocer el gran arcano de magia: la alquimia de las palabras.
En este lenguaje secreto, pero accesible para el hombre sabio, existe la posibilidad de crear vida artificial mediante la palabra. Del mismo modo en el que Dios creó el universo a partir del verbo, de la voluntad, de la acción de engendrar palabras.
Se cree que aquí reside el origen ocultista del mito de Frankenstein, la creación literaria de la inglesa Mary Shelley. Es un ser al que Víctor Frankenstein (su creador), le otorga la vida durante un experimento. Lo crea con partes diversas de cadáveres diseccionados.
En la cultura moderna el golem se ha convertido en la figura metafórica más sugerente para describir los nuevos especímenes de la ciencia. Como robots, androides y cyborgs, de los cuales se hace eco especialmente la ciencia ficción.
Algunos tecnólogos anticipan que en breve comenzará una hibridación entre el ser humano y la máquina, haciendo que la mentada evolución origine un especímen posthumano,
https://elespejogotico.blogspot.com/2009/01/el-golem-la-leyenda.html