El sistro era uno de los instrumentos musicales más sagrados del antiguo Egipto, donde se creía que tenía propiedades mágicas. Fue utilizado para el culto de la diosa Hathor; personaje mitológico de la alegría, festividad, fertilidad, erotismo y danza.
También se utilizaba para intentar evitar las inundaciones del Nilo y para asustar a Seth: dios del desierto, de las tormentas, del desorden y la violencia.
Isis, en su papel de madre y creadora, a menudo es representada sosteniendo un cubo que simboliza la inundación del Nilo en una mano y el sistro en la otra.
Fue diseñado para crear el sonido de la brisa golpeando y soplando a través de los juncos de papiro; pero el valor simbólico del sistro superó ampliamente su importancia como instrumento musical.
El sistro, al que los egipcios lo denominaban sechechet, era un instrumento ceremonial que podía tener dos formas características:
1). En arco; un mango que sujetaba ocho aros metálicos con tirantes de metal cruzados, donde se sujetaban los discos también de metal.
2). Hathóricos; un mango coronado con un capitel con una cabeza de Hathor, que sostenía una pieza central rectangular o en forma de dintel de templo con dos bandas metálicas a cada lado.
El sistro es un idiófono, una especie de sonajero, bien conocido en Egipto, donde la mayor parte de los sistros encontrados son de metal; aunque de forma ocasional se han utilizado otro tipo de materiales como la fayenza o el alabastro.
La palabra sistro, procede de la palabra griega seîstron (σεῖστρον) cuyo significado sería ‘algo que se agita’(verbo σείω, agitar); y que aparece claramente citado por Plutarco el libro de sus Moralia dedicado a Isis y Osiris
El sonido cadencioso que proporcionaban, recordaba el susurro de los tallos de papiro cuando los agitaba el viento y se consideraba altamente protector.
El sistro lo utilizaban fundamentalmente las sacerdotisas de los cultos a los que se asociaban y parece que tenían un carácter erótico y de fertilidad como su diosa primordial, era pues un instrumento de las orquestas religiosas.
A partir de la dinastía XVIII, en la región de Tebas, la esposa del dios (primero la reina y a partir de Ramsés VI una hija del rey) tenía entre sus funciones la de agitar el sistro en los rituales para tranquilizarle y estimularle en la conservación de la fertilidad.
Ambos tipos de sistro estaban asociados a la diosa Hathor aunque también se utilizaban en el culto a otras divinidades como Amón o Isis.
Hathor poseía una naturaleza dual, por un lado proporcionaba la fertilidad y la vida nueva, pero por otro la destrucción. En sus cultos, una parte se dirigía al apaciguamiento de su lado peligroso y el sistro se sacudía como medio de control.
La iconografía es abundante, y por ejemplo, los encontramos también representados en la “capilla roja” de Hatshepsut en el templo de Karnak.
La cabeza de Hathor a menudo es representada en el mango, incorporando al diseño un par de cuernos de vaca; este sistro, conocido como el ‘sistro de naos’ o ‘sesheshet’ , existe por lo menos desde el Imperio Antiguo (III milenio A.C.). En el antiguo arte egipcio, el sistro sesheshet se representó a menudo portado por una mujer de alto rango.
Durante el período grecorromano, llegó a ser popular un segundo tipo de sistro. Conocido como sekhem o sekham, este sistro tenía una estructura simple parecida a un aro, generalmente construída con metal. El sekhem se asemejaba a una herradura cerrada con un mango largo, luciendo unas barras metálicas cruzadas y sueltas sobre la cabeza de Hathor.
En multitud de ocasiones el sistro está acompañado de un instrumento o collar de percusión llamado menit, relacionado con la diosa Hathor. El Menit se encuentra registrado en representaciones a partir de la VI Dinastía. Consiste en un collar de cuentas hechas de diferentes piedras con varias vueltas. En un extremo se coloca un contrapeso (comúnmente de bronce) en el que casi siempre se grababa la imagen de Hethert y se utiliza a modo de mango.
Puesto que desde siempre el menit fue un instrumento ritual y no un accesorio de joyería las mujeres músicos lo llevaban en la mano, a diferencia de la diosa que suele usarlo a modo de collar.
Tanto los sistros como los collares menit, son considerados objetos mágicos porque los sonidos que emiten al agitarse alejan la influencia de “isfet” (denominación kemética para designar todo lo que es maligno).
Los dioses se sienten atraídos por la música de estos instrumentos razón por la cual en la antigüedad se requería sacerdotes y sacerdotisas ritualistas especialmente entrenados para hacerlos sonar del modo correcto dentro del tiempo indicado durante los ritos.
Se cree , en base a los documentos recogidos que pudo haber toda una rama sacerdotal de hombres y, sobre todo, mujeres, entrenada para hacer sonar este instrumento, dirigidas por un miembro superior, que normalmente era la esposa del Sumo Sacerdote.
Debían aprender no sólo a tocar este instrumento, sino también el momento en que debían intervenir, dependiendo del ritual, y el modo de hacerlo.
Dos son los sistros egipcios conservados más antiguos, el sistro de alabastro del rey Teti, con forma de naos y con una inscripción del Metropolitan Museum de Nueva york, y el sistro de madera en forma de papiro del Imperio Medio con forma de papiro depositado en el Museo Egipcio de Berlin
Posteriormente en el mundo greco-romano se encuentran también numerosos ejemplos, como en Pompeya donde se han encontrado veinte sistros de bronce y uno de plata.
El sistro se mantuvo vinculado al culto de Isis en la época grecorromana. La gran Diosa de la Magia fue Isis, y su instrumento principal el sistro, una especie de sonajero con el que aparece en esta figura de Abidos. Como símbolo o amuleto, representa la música, las fiestas y los ritos sagrados.
En Creta, como veremos, también tenemos identificadas dos tipos de sistros, el de marco elipsoidal (Archanes, Ayios Charalambos, Mochlos y la representación del famoso vaso de los cosechadores de Ayia Triada) y el que adopta una forma de cáliz y que aparece en la escritura jeroglífica cretense con una representación menor
La aparición de este instrumento en la isla de Creta es una muestra más de los contactos que la isla mantenía con Egipto, adaptando un objeto en la propia cultura minoica.
Los ejemplares minoicos no utilizan la decoración religiosa característica de los egipcios, y algunos son de arcilla. Lo que desconocemos es la función y el significado que dicho instrumento tenía para los minoicos, si se trata tan solo de un instrumento musical o tenía un contenido simbólico especial utilizado en los rituales de carácter funerario.
El hecho de que dispongamos de signos concretos en las escrituras cretenses de este instrumento musical es un fuerte indicador de la importancia que este objeto tenía en la sociedad minoica.
Los sistros también aparecen en Anatolia central desde el tercer milenio; la esencia del instrumento es la misma que la de los ejemplares egipcios y los modelos cretenses pero con un diseño estilístico diferente; son de metal y el marco es rectangular con pequeñas figuras de venados y otros animales de adorno.
Los únicos ejemplares disponibles son los encontrados en Horoztepe, en Anatolia central y que se encuentran el Metropolitan Museum de Nueva York.