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El nombre de conocimiento Gnóstico viene de la palabra griega “gnosis” que significa conocimiento; Gnóstico es por tanto quien adquiere un conocimiento especial y vive según él.
El término “gnosis” no tiene por tanto sentido peyorativo. Algunos Santos Padres como Clemente de Alejandría y San Ireneo; hablan de la gnosis en el sentido del conocimiento de Jesucristo obtenido por la fe: “la verdadera gnosis -escribe san Ireneo- es la doctrina de los Apóstoles” (AdvHaer IV 33).
Entre los grupos y sectas cristianas de aquel entonces existía un grupo heterogéneo de cristianos; que en general eran llamados ‘gnósticos’ por sus oponentes ; quienes a pesar de haber llegado a constituir un prominente movimiento cristiano durante el segundo siglo de nuestra era; al punto que uno de los líderes gnósticos (Valentín de Alejandría) fue considerado como posible Obispo de Roma (es decir, como el Papa); luego tuvieron problemas con la ortodoxia eclesiástica debido a varias ideas consideradas heréticas.
La gnosis es un conjunto de conocimientos secretos y no se trata de un cuerpo uniforme; pues tiene gran diversidad de visiones teológicas, prácticas rituales y preceptos éticos.
El término “gnóstico” adquirió sentido peyorativo cuando fue aplicado por los mismos Padres a ciertos herejes que tuvieron notable relieve entre los siglos II y IV.
Cuando en 1945 fueron descubiertos algunos antiguos textos gnósticos en Egipto, fue la primera vez que se pudieron ver documentos importantes de primera mano de estas antiguas creencias.
Estos documentos se conocen como los textos de Nag Hammadi, llamados así por el pueblo cerca del cual fueron encontrados.El más famoso es el Evangelio de Tomás. Los textos de Nag Hammadi fueron escritos originalmente en griego en el siglo I o en el u, y posteriormente se tradujeron al copto entre los siglos III y IV.
La creencia fundamental del gnosticismo es que hay un buen Dios verdadero, pero que este mundo y sus asuntos los creo un Dios maléfico menor, llamado el Demiurgo.
El gnosticismo parte de dos principios fundamentales: a nivel humano (el Microcosmos) la lucha por la perfección individual que da acceso a la salvación; a nivel global (el Macrocosmos), el enfrentamiento entre las potencias del Bien y del Mal (de la Luz y de la Oscuridad); hasta la definitiva derrota de las segundas, y la destrucción del universo material.
Dios (el Bien) se opone a los actos del Demiurgo (el Mal); el cual construyó el mundo material en el cual el gnóstico se siente irremediablemente perdido.
La idea del demiurgo realmente surge de la filosofía idealista de Platón y de la mística de los neoplatónicos; pero ahora los gnósticos la utilizaban para reconciliar la existencia del mal en el mundo (supuestamente creado por el demiurgo); con la existencia de una deidad omnisciente, omnipotente y omni-benevolente, es decir, para resolver el ‘problema filosófico del mal’.
La idea luego también aparece en el Marcionismo, otra teología considerada ‘dualista’ y herética en aquellos tiempos. Argumentaba que el dios Creador del universo según la Biblia Hebrea (Viejo Testamento); no podía ser el mismo que el dios Padre del que hablaba Jesús y del cual emana el Cristo.
El iniciado gnóstico atribuye al Príncipe de este Mundo (Príncipe de las Tinieblas) los ardides y los males que los cristianos ortodoxos hacen recaer sobre el pérfido Satán.
Hasta cierto punto, el gnosticismo es una reversión del cristianismo. Su Satán no es más que la copia negativa del Dios de cristianos y hebreos. Tal es lo que pensaban los adeptos cátaros, un milenio después.
La “gnosis” implica el conocimiento; sin él no es posible salvarse. El mundo, para el gnóstico, adquiere así un aspecto misterioso y siniestro; lleno de secretos insondables que sólo él afortunado puede desentrañar.
Pero es que además sólo a través de la gnosis el hierofante puede romper el velo de la ignorancia; que lo condena a permanecer en el mundo de lo material (pues los gnósticos creen en la metempsicosis, o reencarnación).
Cuando Cristo es enviado a la Tierra como el humano Jesús; su propósito es dar a la humanidad la gnosis para que puedan escapar del imperfecto mundo material y retornar al Pleroma.
En consecuencia, hay tres tipos de seres humanos: los hílicos, que están sujetos a los dictados de la materia maligna y no pueden salvarse. Los psíquicos, que pueden salvarse ya que tienen alma. Y los pneumáticos, que pueden volver al Pleroma si adquieren gnosis.
Todo esto ponía a los gnósticos en una posición teológica opuesta a la doctrina ortodoxa oficial. Por lo cual sus oponentes los acusaban de ser una ‘secta esotérica’ contraria a la Iglesia.
Esas deben ser las razones que en algún momento llevaron a aquel grupo de cristianos a esconder las valiosas copias de evangelios y escrituras que ellos poseían.
Muchos historiadores consideran también al gnosticismo como un monumento de fantasías extravagantes. De incoherencias, de mitos extraños, de fantasmagorías desprovistas de todo interés filosófico. Y que en difinitiva no constituyen más que una rama particularmente degenerada del inquietante sincretismo religioso de los siglos primero y segundo de nuestra era.
No obstante, algunas de las ideas del gnosticismo continuaron transmitiéndose de forma oral entre algunos grupos. Reapareciendo más tarde durante la Edad Media en Europa, por ejemplo entre los Cátaros del sur de Francia.
Los Cátaros (o Albigenses) también se declararon herejes por la recién creada Inquisición. Y prácticamente desaparecieron luego de una cruzada de exterminio y confiscación de tierras; emprendida por el papado y los reyes de Francia a principios del siglo XIII. Esa fue la llamada Cruzada Albigense que se realizó en Francia durante los tiempos de las otras cruzadas a Tierra Santa.
Esta convulsionada historia hizo que los conocimientos sobre los gnósticos hasta ahora; sean muy limitados y sesgados. No en balde se dice que la historia la escriben los vencedores. Esto fue así hasta el descubrimiento en 1945 en Nag Hammadi, en el Alto Egipto.
la gnosis se ha vinculado con Egipto, con Babilonia, con Irán, con las religiones de misterios del mundo contemporáneo. Con la filosofía griega , con el esoterismo judaico y hasta con la India.
Lejos de ser el resultado de una reflexión espuria de ciertos espíritus sobre aspectos del cristianismo. El gnosticismo aparecerá finalmente, a los ojos del orientalista, como un fenómeno de «sincretismo». Más o menos casual, entre el cristianismo y otras creencias profundamente ajenas a este último.
Si bien los gnosticismos son muy diversos, el gnosticismo es una actitud existencial completamente característica, un tipo especial de religiosidad.
No es arbitrario formular un concepto general de gnosis; conocimiento salvador que se traduce en reacciones humanas determinadas y siempre las mismas.
La enorme diversidad de doctrinas y escuelas gnósticas hace difícil hablar de un solo gnosticismo. Sin embargo, existen algunos denominadores comunes:
Su carácter iniciático, por el cual ciertas doctrinas secretas de Jesucristo estan destinas a revelarse a una élite de iniciados.
Su carácter dualista, por el cual se hacía una escisión tajante entre la materia y el espíritu. El mal y la perdición estaban ligados a la materia; mientras que lo divino y la salvación pertenecían a lo espiritual. Por esa razón no podía existir salvación alguna en la materia ni en el cuerpo.
Su peculiar cristología: Siendo la materia el anclaje y origen del mal. No es concebible que Jesucristo fuese un ser divino y a la vez asociarse a un cuerpo material; puesto que la materia es contaminadora.
Su interpretación alegórica del cristianismo y de las escrituras. Así, se reinterpretan a la luz gnóstica las historias de la creación; dando significados filosóficos a las mismas.
Si el gnosticismo no fuera más que una serie de aberraciones doctrinales propias de ciertos herejes cristianos de los tres primeros siglos. Su interés sería puramente arqueológico. Pero es mucho más que eso: la actitud gnóstica reaparece espontáneamente, más allá de cualquier transmisión directa.
Este tipo especial de religiosidad es inclusivo, con algunas aspiraciones completamente «modernas». El «gnosticismo» de los heresiólogos constituye el ejemplo característico de una idelogía religiosa. Que tiende a reaparecer incesantemente en Europa y en el mundo mediterráneo en épocas de grandes crisis políticas y sociales».
http://selenitaconsciente.com/?p=70439
https://jesusagrario.wordpress.com/presentacion/el-mensaje-gnostic/gnosticos/
https://gnosisarica.wordpress.com/2009/10/20/jesus-gnostico/